Con sus 110 centímetros de altura y 23 kilos de peso (como si fuera un niño de 5 años), Pedia Roid es un robot humanoide que imita las reacciones de los más pequeños cuando va al dentista; es decir, llora, patalea, forcejea, se retuerce o aprieta la boca.
Creado por la empresa japonesa tmsuk, sus realistas reacciones son un logro de Festo, proveedor de herramientas de ingeniería y soluciones de automatización industrial, que ha aportado su tecnología piezoeléctrica: sus reguladores de presión proporcional VEAA y VEAB controlan la mayoría de los 24 cilindros neumáticos de Pedia Roid, que son los que ejecutan los movimientos de los brazos, las piernas y los dedos, así como también los gestos de la boca, los párpados y el iris.
El resultado es un robot con el que dentistas y auxiliares, quienes raramente pueden practicar con personas reales, y menos niños, podrán prepararse para afrontar todas las reacciones posibles derivadas del nerviosismo y el miedo de los más pequeños.
Está prevista la producción de 50 primeras unidades
Además de los logros conseguidos con las reacciones de Pedia Roid, llama la atención su estructura neumática, que le aporta resistencia y versatilidad para que los estudiantes pueden sujetarle las extremidades durante las simulaciones de algunos tratamientos sin riesgo de dañar sus mecanismos.
De momento, ya está prevista la producción de los 50 primeros robots para la especialización de odontología, que empezarán a utilizarse en universidades de Japón, el Sudeste Asiático y Oriente Medio.