El 80,16% de los directivos españoles admite que no tiene un manual para hacer un uso ético y responsable de la inteligencia artificial (IA), si bien el 36,54% de sus empresas está ya desarrollándolo. Además, solo solo el 19,81% de los líderes dice haber formado ya a sus trabajadores en el correcto uso de estas herramientas.
Estos datos se recogen en una encuesta realizada por LHH Executive Search, la firma del Grupo Adecco especializada en selección, consultoría y evaluación de directivos y ejecutivos, en la que se pone de relieve que el 37,88% de directivos perciben la IA como como una tecnología más que coexistirá con los recursos actuales.
El 31,54% cree que reemplazará gran parte del trabajo realizado por los empleados hasta la fecha, un 17,50% considera que transformará por completo el sector en el que opera creando nuevas oportunidades, y un 13,08% no prevé un impacto importante de esta tecnología en su sector.
Mientras, el 32,12% de los decisores de empresas encuestados asegura que lanzarán nuevos productos o servicios apoyados en soluciones de IA y un 30% declara que crearán nuevos puestos de trabajo para la gestión de proyectos de IA y sustituirán tareas desarrolladas por empleados por nuevas herramientas de IA (29,62%).
En este punto, el director de LHH Executive Search, Rémi Diennet, señala que "es alentador ver cómo la irrupción de la inteligencia artificial comienza a ser vista como una oportunidad más que una amenaza. Sin embargo, la gran mayoría de empresas aún no cuentan con un protocolo que apoye un uso ético y responsable de esta innovación".
"Aquí es donde cada compañía tiene un papel crucial para garantizar que la adopción de estas nuevas herramientas esté alineada con los principios de sostenibilidad y responsabilidad social. Solo así podremos aprovechar el verdadero potencial de la IA sin poner en riesgo el bienestar de los trabajadores y los estándares éticos de la organización", reflexiona Diennet.
Prioridades
Por otra parte, el sondeo de LHH recogido por Servimedia pone de manifiesto que la prioridad estratégica para los directivos de aquí a final de año es la productividad y rendimiento de los trabajadores, pues así lo considera el 56,54%, seguida de la transformación digital (44,42%).
En menor medida, los directivos indican otras prioridades, como las demandas de los empleados en materia de conciliación y flexibilidad (29,42%), la sostenibilidad (24,42%), o la salud mental de los equipos (23,27%), siendo la igualdad e inclusión la prioridad menos relevante de las indicadas (19,23%).
Respecto a la rotación de empleados, el 55,96% de los líderes consultados asegura que no es una prioridad estratégica, pues solo el 0,96% dice afectar a más del 50% de la plantilla.
Por otra parte, consideran que la principal amenaza para sus negocios es el contexto económico (55,58%), seguida a mucha distancia del contexto político (44,23%) y la inestabilidad de la plantilla (35,77%), y no lo es tanto la irrupción de nuevas tecnologías como la IA (21,54%).
Por último, para el 81,54% de los directivos encuestados, la innovación tecnológica puede contribuir a impulsar el compromiso sostenible de las empresas. A mayor tamaño de la empresa, mayor es el porcentaje de líderes que creen esta premisa.