La gran mayoría (95%) de los altos ejecutivos de las grandes compañías reconocen que sus empleados utilizan regularmente herramientas de Inteligencia Artificial Generativa (GenIA) como ChatGPT o Bard. De hecho, más de la mitad (53%) señala que esta tecnología ya es esencial para ejecutar una variedad de tareas clave.
Sin embargo, la aplicación generalizada de la GenIA en las empresas no se corresponde en absoluto con el conocimiento que se tiene respecto a su funcionamiento, como evidencian hasta el 91% de los directivos al admitir que necesitan comprender cómo funciona y dónde van los datos cuando se utilizan este tipo de sistemas. Además, la IA generativa no solo ofrece una nueva forma de trabajar, con potencial de aumentar la productividad, sino que también plantea serias preocupaciones en torno a la seguridad y más de la mitad de los directivos (el 59%) afirma estar preocupado por el riesgo de que los empleados puedan filtrar información confidencial de manera involuntaria cuando utilizan IA.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio 'Gen AI Business Infiltration', elaborado por Kaspersky a partir de una encuesta en la que han participado cerca de 2.000 directivos de grandes empresas de ocho países europeos, uno de ellos España.
"La brecha entre implementación y comprensión de la tecnología es el mayor riesgo para las empresas"
El informe pone de manifiesto que la GenIA resulta muy atractiva para los altos ejecutivos que buscan afrontar desafíos comerciales críticos, pero que hay algunos factores que frenan su adopción. Los más recurrentes son el precio, el incierto retorno de la inversión (ROI) y la necesidad de mejorar la capacitación de los equipos. Por otra parte, muestra que, pese a la preocupación que genera por el uso de información confidencial, la mitad de los ejecutivos encuestados planea automatizar tareas diarias de los empleados y un 43% estudia integrarlo en sus propias rutinas.
Uno de los grandes motivos por los que las empresas recurren a la GenIA es mejorar las habilidades y empoderar a los empleados. En esta línea, los altos directivos de España creen que está tecnología está permitiendo mejorar la productividad de los departamentos de TI (18%), el área de marketing (18%) y administración (29%).
Por el contrario, otros lideres empresariales se mostraron más escépticos en torno a la GenIA y su futuro. El 44% considera que se trata de una moda pasajera y lo ha comparado con tecnologías de corta duración, como Threads, de Meta.
"Si bien nuestra investigación revela que muchos altos ejecutivos están preocupados por los riesgos de la IA, las medidas que están tomando no reflejan esta preocupación. La brecha entre implementación y comprensión de la tecnología es el mayor riesgo para las empresas. Estos sistemas ofrecen una forma sencilla de realizar en cuestión de minutos tareas que requieren muchos recursos, habilidades y experiencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los equipos usan inocentemente estas herramientas para mejorar la productividad, pero una vez que los datos son introducidos en una herramienta de GenIA, pueden ser explotados más allá de la empresa, comprometiendo la seguridad corporativa, tal y como vimos cuando BYOD se convirtió en tendencia hace una década. Una vez se abre la caja de Pandora, es difícil cerrarla, y nada será capaz de restaurar la propiedad intelectual", advierte David Emm, analista principal de Seguridad de Kaspersky.
Falta de concienciación y de regulación
Otro aspecto a tener en cuenta respecto al uso de la Inteligencia Artificial en el ámbito laboral es la privacidad de los datos empresariales. De hecho, una cuarta parte de aquellos que usan ChatGPT en el trabajo no sabe lo que pasa con los datos que introduce en la herramienta, según otro estudio llevado a cabo por Kaspersky entre los usuarios empresariales de GenIA de nuestro país. En esta línea, la firma de ciberseguridad subraya que la concienciación y la regulación por parte de las organizaciones se vuelve crucial para mantener segura la información, pero que el 45,5% de ellas no tiene ninguna normativa interna relativa al uso de Chat GPT, según los empleados encuestados. Por su parte, un 19% afirma que sí hay normas, pero no suficientemente claras; un 7% señala que las normas son claras, pero no se cumplen; y solo en un 27% son claras y, además, se cumplen.
"Si existe el deseo de delegar actividades y funciones críticas a los sistemas de GenIA, es fundamental que la alta dirección comprenda cómo afecta a los procesos de gestión de los datos, incluida la información que se puede y no se puede usar. La GenIA aporta claros beneficios empresariales, pero es importante contar con expertos en ciberseguridad que establezcan un entorno en el que esta tecnología pueda utilizarse de forma segura y productiva", apunta Emm.