La brecha entre los objetivos de las empresas y la preparación de los empleados en inteligencia artificial (IA) es muy grande, según señala el Informe sobre el estado de la adopción digital en 2025: Edición especial sobre IA, elaborado por WalkMe, una compañía perteneciente a SAP.
Las compañías prosiguen aumentando la inversión (está previsto que el gasto en IA crezca un 64% en 2025, de 14 a 23 millones de dólares, en las grandes empresas), pero para muchas organizaciones todavía resulta difícil traducir la inversión en impacto real para el negocio.
El estudio señala que mientras el 78% de los ejecutivos expresa confianza en su enfoque para la gestión del cambio, la experiencia de los empleados ofrece una versión distinta: aunque el 63% afirma utilizar IA generativa en su trabajo, solo el 28% cree haber recibido la formación adecuada y únicamente el 32% confía en utilizarla eficazmente.
Diferencias en las prioridades
Los ejecutivos se centran en los resultados estratégicos. El 49% prioriza el análisis del rendimiento, el 40% la automatización de tareas y el 38% la asistencia de software contextual para mejorar la eficiencia del flujo de trabajo.
Los empleados buscan las necesidades prácticas de la implementación. El 52% desea orientación sobre el uso eficaz de las aplicaciones, el 47% precisa herramientas de detección de riesgos y asistencia específica para superar obstáculos y el 44% pone el énfasis en la integración sin fisuras entre las herramientas existentes.
La mitad de eficiencia que esperan los ejecutivos
Solo el 25% de los empleados afirma que usa la IA para mejorar su eficiencia, bien sea trabajando más eficazmente o completando las tareas con mayor rapidez. Este dato evidencia la discrepancia entre el impacto real de la IA y lo que persiguen las empresas. Porque los ejecutivos de las compañías, como recoge el informe, detallan que el primero de los beneficios que esperan que obtengan los empleados con esta tecnología sea el incremento de la eficiencia (50%), seguido del aumento de la calidad del trabajo (48%), ayuda para identificar y explotar nuevas oportunidades en la empresa (43%), contribución a hacer llegar los productos y servicios más rápidamente al mercado (41%) y reducción de la necesidad de invertir en otras tecnologías (29%).
La formación, clave del éxito
La integración de la IA en las empresas depende de la capacidad para reducir la brecha entre la visión ejecutiva y la capacitación de los empleados. Y ello solo puede lograrse a través de formación exhaustiva y apoyo práctico a la implementación. Se precisa, según el informe, “construir un ecosistema de apoyo a los empleados que permita un uso cotidiano eficaz”. “Las organizaciones que reconocen y abordan esta verdad fundamental están mejor posicionadas para aprovechar el potencial transformador de la IA al tiempo que mantienen el compromiso de los empleados”, añade.
Qué tienen las empresas que ya disfrutan del éxito de la IA
La adopción digital, la incorporación de nuevas herramientas y sistemas digitales para mejorar los procesos de trabajo obtener objetivos, es clave del éxito en el uso del software. A medida que la tecnología evoluciona, las compañías que ponen marcha las mejores prácticas de adopción digital (adoptantes digitales de élite) logran resultados significativamente mejores en la implementación de la IA. El 7% de las empresas que entra en esta categoría hace un uso significativamente mayor de la IA y comprende mejor la eficacia con la que los empleados utilizan estas herramientas.
Las mejores prácticas que aplican estas empresas son:
- Formar a los empleados en el uso de las nuevas tecnologías.
- Evaluar y medir el uso actual de la tecnología.
- Unificar la experiencia en todas las aplicaciones.
- Medir el compromiso de los usuarios.
- Implantar la automatización de procesos para una asistencia proactiva.
- Crear contenidos para impulsar la utilización de las aplicaciones.
- Gestionar la adopción tecnológica con una Plataforma de Adopción Digital (DAP).