Mediante un cambio en el kernel del sistema operativo LInux, Torvalds se ha convertido en portada de todos los medios informáticos del mundo al añadir esta frase ‘Name: I am Satoshi’, lo que ha levantado una auténtica polvareda, ya que Satoshi Nakamoto, el supuesto inventor del Bitcoin, es uno de los personajes más misteriosos y enigmáticos de la humanidad. La polémica está servida.
En su perfil de la Fundación P2P, Nakamoto, halló por 2011, tres años después de que sacara su famoso documento “Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System”, considerado como el whitepaper del Bitcoinm, afirmaba ser un varón japonés que rondaba los cuarenta, pero algunos especularon que era poco probable que lo fuera debido a su inglés perfecto, y también porque el software Bitcoin no está ni documentado ni etiquetado en japonés.
¿De quién es la fortuna de Nakamoto?
El investigador de seguridad Dan Kaminsky que analizó el código de Bitcoin maniestó su opinión: o era un genio o un grupo de personas. Linus lo es, conoce perfectamente la tecnología Blockchain. Pedro no hay que olvidar que Laszlo Hanyecz, antiguo desarrollador del núcleo de Bitcoin, quien se "carteaba" vía online con Nakamoto, consideraba que el código estaba demasiado bien desarrollado como para tratarse de una única persona.
El problema es que el propio Linus Torvalds, a quien en alguna ocasión le han preguntado si era Satoshi, siempre lo ha negado. Ya hubo dudas también con el famoso informático Craig Wright, un australiano que afirmó ser la "prima donna" del equipo que creó bitcoin, es decir, la persona que se escondía bajo el seudónimo japonés. Hasta la familia de un supuesto colaborador suyo lo llevó a los tribunales por considerar que tenían derecho a la fortuna almacenada por Nakamoto que algunos cifraban en más de 10.000 millones de dólares.
En la revista Forbes se preguntan si podrá Torvalds reclamar la fortuna de Nakamoto. Y afirman que la respuesta a esta pregunta sigue siendo un misterio.