La realidad supera a la ficción. Los pronósticos de las películas futuristas se han hecho realidad. De la noticia se han hecho eco en las televisiones de todo el mundo. Ya es una realidad la creación de piel humana viva creada para los robots por científicos japoneses. Y decimos que esta viva por que se regenera, tiene posibilidades de autocuración. Y además repele el agua. Se ha empezado con un dedo, como explica el responsable de este invento, Shoji Takeuchi, profesor de la Universidad de Tokio (Japón), que ha publicado el avance en la revista Matter: "El dedo tiene un aspecto ligeramente 'sudoroso' nada más salir del medio de cultivo. Dado que el dedo es accionado por un motor eléctrico, también es interesante escuchar los chasquidos del motor en armonía con los movimientos de un dedo que parece real".
Para elaborar la piel, el equipo al mando de este investigador sumergió primero el dedo robótico en un cilindro lleno de una solución de colágeno y fibroblastos dérmicos humanos, que son los dos componentes básicos que forman los tejidos conectivos de la piel.
Se trata de un avance sin precedentes para la industria de la robótica, ya que los robots con aspecto humano, y no solo los robots sexuales, son mucho mejor aceptados por la población en general a la hora de realizar diversas tareas. Provoca más confianza un robot con la piel suave como la de un bebé, al famoso Spot, el robot perro de Boston Dynamics, muy efectivo, pero lleno de aristas.
Según algunos expertos, un aspecto humano puede mejorar la eficacia en ámbitos como el de los robots cuidadores, en servicios, e incluso en el sector sanitario. Evocan cercanía y producen más simpatía.
Actualmente muchos robots no se distinguen casi de seres humanos, su piel está hecha de silicona, pero tienen ciertas limitaciones. Una de ellas es precisamente la capacidad de mojarse sin que se arruine el material o resbale como nos resbala a los seres humanos. Y además es muy difícil adaptar la piel a materiales que pueden romperla, el esqueleto de los robots.
Aunque la piel de silicona que se fabrica actualmente para los robots puede imitar la apariencia humana, se queda corta cuando se trata de texturas delicadas como las arrugas y carece de funciones específicas de la piel. Los intentos de fabricar láminas de piel viva para cubrir a los robots también han tenido un éxito limitado, ya que es difícil adaptarlas a objetos dinámicos con superficies irregulares. Ya había habido intentos , pero habían fracasado hasta ahora. "Con este método de moldeado de tejidos que se adhiere al robot, tenemos una cobertura de piel sin fisuras que se encoje y se ajusta al dedo".
La piel creada ofrece la suficiente resistencia y elasticidad para soportar los movimientos dinámicos del dedo robótico al curvarse y estirarse. La capa más externa es lo suficientemente gruesa como para poder levantarla con unas pinzas y repele el agua, algo que puede ser muy util, por ejemplo, a la hora de realizar tareas específicas como manipular espuma de poliestireno diminuta cargada electrostáticamente, un material que suele utilizarse en los envases.
Cuando se hiere, la piel fabricada se cura como ocurre con la de los humanos, que cicatriza, y lo hace mediante un vendaje de colágeno que se funde de forma gradual con la piel.
"Nos sorprende lo bien que se adapta el tejido de la piel a la superficie del robot -reconoce Takeuchi-. Pero este trabajo es sólo el primer paso hacia la creación de robots cubiertos de piel viva".
No obstante, el sistema tiene pegas aún. La piel desarrollada es mucho más débil que la natural y requiere, como la humana, de nutrientes y eliminación de residuos. Por eso el equipo al cargo del proyecto, que aspira a cubrir un robot entero, estudia incoporar neuronas sensoriales, folículos pilosos, uñas y glándulas sudoríparas.