El Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario CTAEX participa, en colaboración con Endesa y bajo un nuevo concepto conocido como agrivoltaica, en una experiencia pionera en el sector de las renovables. Este proyecto consiste, principalmente, en ocupar gran parte de la superficie destinada a energías renovables, destinándola a la producción agraria. De esta forma, se devuelve el uso agrícola al suelo a partir de la implantación de cultivos y se implica, además, a entidades locales de las zonas donde están instaladas las plantas fotovoltaicas incluidas en este proyecto.
Para ello, se trabaja en unos ensayos piloto en tres plantas fotovoltaicas situadas en diferentes localidades, en las que se están llevando a cabo pruebas con diferentes cultivos en función de las posibilidades que ofrece cada planta por su situación, altura de paneles, anchura de calles, tipos de suelo o climatología, entre otros factores. Dos de las plantas en las que se trabaja, Valdecaballeros y Augusto, están situadas en Extremadura y la tercera, la planta Las Corchas, en Andalucía (Carmona).
Cultivando plantas bajo los paneles solares
En la planta de Valdecaballeros y en Las Corchas se están implantando cultivos de diferentes especies de plantas aromáticas y medicinales, como cilantro, aloe vera, romero o tomillo, además de pradera polifita para alimentación animal. Además, los cultivos conviven con el pastoreo de rebaños de ovino dentro de las mismas plantas. La suelta de polinizadores para la mejora de la biodiversidad se realiza en colaboración con la empresa BIOSUR, especializada en polinización biológica.
Por otro lado, en la planta Augusto, en Badajoz, se está trabajando con distintas especies de hortícolas de alto valor añadido como el calabacín, la berenjena, la coliflor y el brócoli, habiéndose obtenido ya las primeras producciones, lo que nos ha permitido comprobar la compatibilidad entre ambas actividades.
En todo momento, se ha procurado que tanto la producción agrícola como la producción de energía renovable no interfieran la una en la otra en los procedimientos y operaciones a realizar en el día a día, de manera que puedan adaptarse y convivir con el objetivo claro de que este proyecto se convierta en realidad. Para ello se ha tratado en todo momento de realizar un diseño de ensayos que tengan una superficie y manejo de cultivos que sea fácilmente escalable a grandes superficies y a cualquier tipo de planta fotovoltaica, trabajando en esta experiencia piloto en un total de más de 10 ha.
Cómo y dónde cultivar dependiendo de cada planta solar
Además de los diferentes cultivos, se está estudiando también la utilización de distintos acolchados plásticos y mallas anti-hierba, para facilitar el mantenimiento de los ensayos. En cuanto a los acolchados, se está trabajando con material biodegradable, acolchado blanco y acolchado negro, estudiándose la idoneidad de cada uno de los tipos en distintas localizaciones dentro de una misma planta, como, por ejemplo, debajo de paneles al este, al oeste o en el centro de las calles, para determinar si las horas de insolación y sombreo, en función de la orientación de los paneles, tienen influencia en el desarrollo de los cultivos.
Por otro lado, se está trabajando en la monitorización remota de los ensayos a partir de la instalación de diferentes tipos de sondas para medición de distintos parámetros como temperatura, humedad ambiente, humedad de suelo, pluviometría y humectación de hoja entre otros, adaptando los ensayos a la Agricultura 4.0, presente y futuro de la producción agraria.
Cómo coexistir la generación de energía y la agricultura
Para CTAEX, como Centro Tecnológico, es un proyecto clave, ya que la sostenibilidad, biodiversidad y el establecimiento de sinergias están entre las líneas estratégicas del centro, siendo además una experiencia de gran exigencia, que nos ha supuesto todo un reto para el equipo técnico que trabaja en la ejecución de los ensayos y para las entidades como Plantaroma, que colabora con CTAEX en la implantación de los cultivos en Las Corchas.
Se trata de un trabajo no exento de dificultades al tratarse de algo desconocido hasta el momento y a la necesidad de adaptación a los procedimientos y a las operaciones rutinarias de cada planta fotovoltaica. Porque uno de los objetivos es que las interferencias entre ambas actividades, la energética y la agrícola, sean las mínimas posibles para una adecuada coexistencia que pueda garantizar el paso de la experiencia piloto a una experiencia a gran escala y convertir la agrivoltaica en el futuro que garantice la sostenibilidad y convivencia de ambos sectores.
Para lograrlo, ha sido necesario estudiar, para cada caso, el tipo de maquinaria agrícola a utilizar en función de la anchura de calles entre paneles y altura de paneles, manejo de los cultivos durante su ciclo y adaptación de los mismos a la zona y a las particularidades de las plantas.
Para el personal que trabaja en el día a día del proyecto es realmente gratificante ver el desarrollo de los cultivos entre los paneles solares y obtener las primeras cosechas de hortícolas dentro de una planta fotovoltaica. En este sentido, nos sentimos pioneros gracias a esta iniciativa y a la colaboración con Endesa.
Se trata, por tanto, de una experiencia enriquecedora para todas las partes implicadas, con las sinergias establecidas entre diferentes sectores que están llamados a convivir en un futuro muy próximo, a tenor de los resultados que se van obteniendo y las conclusiones que poco a poco se están alcanzando con la ejecución del proyecto de agrivoltaica.