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Sostenibilidad

Casas que se hinchan: así es el método Binishell para ahorrar hasta un 87% de energía

Este método permite construir tres veces más rápido, cuesta la mitad y consume un 87% menos de energía.

Especialista en Tecnología y Sostenibilidad.

4 minutos

Edificio Binishell. Fuente: web Binishell

¿Te imaginas poder vivir en una casa que se construye tres veces más rápido, cuesta la mitad y consume un 87% menos de energía? Y no solo eso, sino que tiene un aspecto bastante moderno e innovador, que ha hecho que estrellas de Hollywood como el actor Robert Downey Jr haya optado por construirse un bungalow de estas características. 

Este enfoque no es en realidad nuevo, pero en los últimos tiempos está adquiriendo mayor relevancia gracias al interés creciente en emplear técnicas de construcción sostenibles en el desarrollo de nuevas viviendas, cada vez más demandado por los compradores y la sociedad.  

El método Binishell fue desarrollado por el arquitecto italiano Dante Bini en la década de 1960. Bini buscaba una alternativa de construcción que fuera más rápida, económica y amigable con el medio ambiente. Inspirado por la forma de una concha marina, diseñó un proceso de construcción que utiliza un globo inflable como molde para crear estructuras en forma de cúpula. 

El proceso comienza con la colocación de un gran globo de forma esférica en el lugar donde se construirá la vivienda.  Cuando esta membrana hinchable se llena de aire, da la forma deseada de la futura casa. El molde está hecho de un polímero resistente capaz de soportar el peso, tanto de la estructura de la casa como del hormigón. Una vez inflada, los obreros pasan a instalar sobre ella un armazón de refuerzo.  

Después, rocían hormigón geopolímero, fabricado con cenizas volantes y residuos industriales bajos en carbono de manera uniforme y homogénea mediante una bomba. Una vez que el material se ha secado y endurecido lo suficiente, se desinfla el globo y se retira, dejando la cúpula de concreto como la estructura principal de la vivienda. 

Método Binishell

 

Una de las ventajas más notables del método Binishell es su eficiencia en el uso de materiales. Dado que la estructura se moldea en una única pieza sin necesidad de encofrados, se requiere menos cantidad de hormigón  en comparación con los métodos de construcción convencionales. Además, el diseño de la cúpula proporciona una excelente relación resistencia-peso, lo que significa que se necesita menos material para crear una estructura sólida y estable. 

Esta eficiencia en el uso de materiales no solo reduce el impacto ambiental de la construcción, sino que también puede disminuir los costos asociados con la compra y el transporte de materiales de construcción. En un momento en el que la sostenibilidad es un objetivo clave en la construcción, el método Binishell se presenta como una opción atractiva. 

Ahorro de energía

Además de su eficiencia en el uso de materiales, el método Binishell ofrece otra característica destacada: el potencial para ahorrar una cantidad significativa de energía en el hogar. La forma de cúpula de estas viviendas es intrínsecamente eficiente en términos energéticos. Desde su web, los creadores de este método apuntan cuatro razones por las cuales las casas Binishell son especialmente eficientes desde el punto de vista energético: 

1. Menos superficie expuesta: Las viviendas con formas tradicionales a menudo tienen una mayor cantidad de superficie expuesta, lo que significa que necesitan más energía para climatizar y mantener la temperatura interna. Las cúpulas Binishell, al tener menos área superficial, minimizan la pérdida de calor o frío al exterior.  

2. Mejor circulación del aire: La forma de cúpula también permite una circulación de aire más eficiente, lo que facilita la distribución uniforme de la temperatura en el interior. Esto reduce la necesidad de utilizar sistemas de calefacción o refrigeración con tanta frecuencia. 

3. Mayor aprovechamiento de la luz natural: Las cúpulas Binishell pueden diseñarse con grandes ventanas o tragaluces en la parte superior, lo que permite la entrada de luz natural en abundancia. Esto reduce la dependencia de la iluminación artificial durante el día. 

4. Menos materiales conductores de calor o frío: Dado que las cúpulas se construyen con un grosor uniforme hay menos áreas donde el calor o el frío puedan infiltrarse en el interior. Esto ayuda a mantener la temperatura más constante sin la necesidad de un aislamiento excesivo. 

En conjunto, estos factores contribuyen a un ahorro significativo de energía en las viviendas Binishell. Según algunos informes, estas estructuras pueden reducir el consumo de energía en el hogar en un 87% en comparación con las viviendas convencionales. 

Rapidez de construcción 

Además de las viviendas, la facilidad con la que se pueden construir estas cúpulas las convierte en una opción viable para proyectos que requieren rapidez y eficiencia, como refugios de emergencia en áreas propensas a desastres naturales. Su capacidad de resistir terremotos y condiciones climáticas adversas también las hace ideales para regiones sísmicas. 

De hecho, no se trata de un sistema nuevo. Desde su creación en los años 60, la compañía ha construido con este método 1.600 viviendas en 23 países diferentes, entre las que se cuentan también centros comerciales, escuelas, gimnasios, bungalows y estructuras de hasta 15 metros de altura.  

Aunque, sin lugar a dudas, la más icónica de todas ellas es hoy la del actor que da vida a Iron Man en el cine, una vivienda ecológica, con electricidad suministrada por aerogeneradores y placas solares situada en Malibú. Se construyó como lugar ideal donde pasar las vacaciones y cuenta con una decoración interior futurista y un aspecto exterior en forma de burbuja. ¿La primera de muchas? Solo el tiempo lo dirá.