La fisión es el abuelo de la energía neutra en carbono, que ya abastecía a 300.000 hogares estadounidenses en los años 50, cuando la fotovoltaica no era más que un experimento de laboratorio. Décadas de crecimiento fueron seguidas de decenios de declive, ya que los accidentes, los residuos y el enorme coste de construcción de los reactores nucleares los convirtieron en tóxicos desde el punto de vista comercial y, sobre todo, político.
En 2002, unos investigadores de la Universidad Estatal de Oregón vieron la manera de reducir en un 99% el tamaño de los reactores de agua ligera existentes y crear reactores mucho más sencillos que funcionaran con refrigeración pasiva, garantizando la seguridad del reactor incluso sin agua o energía externas. Cinco años después, fundaron una compañía llamada NuScale para comercializar esta tecnología.
Su primer reactor a gran escala, un paquete de seis módulos de potencia que genera casi 500 megavatios (suficiente para abastecer a unos 250.000 hogares estadounidenses), parece estar a la vuelta de la esquina. NuScale espera revitalizar el moribundo sector de la energía nuclear con pequeños reactores modulares seguros y asequibles que, con el visto bueno de la Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos, la empresa prevé empezar a construir en 2025.
Un reciente artículo publicado en MIT Technology Review sostiene que la transición a una economía sin emisiones de carbono requerirá una energía de base fiable 24 horas al día y 7 días a la semana, para equilibrar los picos y valles de la energía solar, eólica y otras energías renovables. La fisión nuclear está bien situada para conseguirlo, y las empresas eléctricas tienen décadas de experiencia integrándola en redes regionales y nacionales.
En la actualidad, la energía nuclear proporciona alrededor de una quinta parte de la electricidad generada en Estados Unidos y aproximadamente una décima parte de la electricidad producida en todo el mundo. Pero a medida que las centrales nucleares construidas hace décadas llegan al final de su vida útil, se sustituyen relativamente pocas. Sólo dos nuevos reactores nucleares han entrado en funcionamiento en EE.UU. en la última década, mientras que al menos una docena más han cerrado. A escala mundial, el número de cierres (108) supera al de apertura de nuevas centrales (97) en los últimos 20 años.
Los pequeños reactores modulares (SMR) de NuScale podrían costar cientos de millones de dólares, una cifra elevada pero reducida si la comparamos a las decenas de miles de millones que valen los reactores tradicionales. A tenor de los expertos del MIT, si la empresa demuestra que estos reactores son prácticos y económicamente viables, los SMR podrían sentar las bases de otras fuentes de energía sostenibles.
1.500 reactores para tener un impacto real en el clima
Sin embargo, para que NuScale tenga un impacto real en el clima, necesitará poner en marcha muchos reactores. El Departamento de Energía de EE.UU. afirma que el país necesita hasta 770 gigavatios de energía nuclear limpia para alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2050. Esto equivale a más de 1.500 SMR. ¿Está la sociedad preparadas para una central nuclear, por pequeña que sea, en cada ciudad de tamaño medio?
En enero, la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. dio un gran voto de confianza a NuScale al certificar el diseño de su módulo de 50 megavatios. Con ello, NuScale se adelantaba años a otras empresas emergentes que trabajan en diseños similares. La compañía pide ahora a los reguladores que amplíen esa aprobación a módulos que generen 77 megavatios, lo que haría sus reactores más atractivos para las empresas de servicios públicos.
De momento, un grupo de empresas de servicios públicos, Utah Associated Municipal Power Systems, trabaja con NuScale para construir el primer paquete de seis módulos de la empresa en el Laboratorio Nacional de Idaho, sede de gran parte de la investigación sobre fisión en Estados Unidos. La construcción comenzará en 2025 y el primer módulo entrará en funcionamiento en 2029. También hay interés en Rumanía. ¿Serán los SMR parte de nuestro paisaje energético en la próxima década?