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Sostenibilidad

Un robot para que no se desperdicie la fruta

Desarrollan un robot móvil para recolectar y dar un segundo uso a la fruta caída al suelo en Valencia.

2 minutos

Food Collect Ainia

Actualmente, casi 80 millones de toneladas de vegetales son desperdiciadas anualmente en la producción primaria en Europa, de las que 30 millones son solo fruta que no llega a comercializarse. Gran parte de este desperdicio es fruta que se cae al suelo y no es recolectada cuando se le puede dar muchos usos: comida animal, extractos, zumos, productos procesados, aromas, azúcares, biomasa... AINIA, instituto tecnológico de la alimentación, ha creado una plataforma robótica móvil capaz de recolectar fruta del suelo para darle un segundo uso, reduciendo así el desperdicio alimentario y mejorando el rendimiento e inversión de los cultivos agrícolas en una apuesta por la sostenibilidad.

Este proyecto de investigación, validado en campos de cultivo valencianos, se dirige a la recogida de naranjas y caquis caídos del árbol, dos de los cultivos más importantes en la Comunitat. "En un futuro, se pretende que esta tecnología se extienda a cualquier fruta susceptible de ser recolectada del suelo agrícola", apunta Gabriele Kubiliute como técnico de la línea de tecnologías de visión avanzada de la Unidad de Transformación Digital de AINIA, según ha difundido Europa Press.

Bajo el nombre FOODCOLLECT, se trata de la creación de un robot recolector que incorpora tres innovaciones: navegación autónoma gracias a una plataforma robótica móvil, un brazo para la recolección y un sistema avanzado de visión para la detección y localización de la fruta. La navegación autónoma tiene planificadores de trayectorias y algoritmos globales de toma de decisión para que la plataforma sea capaz de recorrer el campo en búsqueda de frutos en el suelo.

Se desarrolla un software capaz de generar trayectorias óptimas para mover la plataforma móvil entre las plantaciones de los árboles frutales y que, durante el proceso, sea capaz de pararse, detectar y localizar la fruta del suelo. Incluye un módulo de evasión de obstáculos, lo que busca ofrecer más seguridad y confianza al usuario al saber que no podrá chocarse con los objetos ni con las personas. También incorpora un GPS para geolocalizarlo en cualquier momento y saber su posición exacta en la plantación.

Para la recolección de la fruta, la plataforma cuenta con un brazo robótico colaborativo que permitirá coger la fruta del suelo y depositarla en el cesto incorporado. Además, está en desarrollo un diseño a medida de una garra que garantizará una adaptabilidad perfecta a la fruta para que la recolección sea eficiente y segura.

El módulo de visión del equipo está compuesto por una cámara 2D y otra 3D. Con la primera es posible identificar la fruta y analizar su color, textura y estado, mientras con la 3D se analiza la forma, el tamaño y la ubicación en el suelo. El objetivo de la investigación es el desarrollo de algoritmos que permitan identificar, clasificar y localizar la fruta en el suelo para poder recolectarla.

Esta actividad forma parte de la línea de I+D de AINIA, impulsada por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) de la Generalitat. El proyecto está finalizando su primer año de los dos totales de duración.