Otro año más marcado por el agua. Subirá el estrés hídrico, circunstancia que padecerán dos tercios de la población del planeta. Y la escasez de este verdadero oro líquido amenaza a 1.800 millones de personas. Por si fuera poco, las consecuencias del desastre climático y la falta de infraestructuras adecuadas en zonas como América Latina provocan la pérdida, de promedio, del 40% del agua potable producida. Urge invertir en resiliencia hídrica, donde la digitalización adquiere un protagonismo fundamental.
El informe Water Technology Trends 2025. Revolucionando la gestión hídrica gracias a la digitalización, realizado por la plataforma Xylem Vue, identifica las tendencias emergentes que pueden revolucionar el sector.
“Adoptar enfoques más inteligentes, resilientes y sostenibles para enfrentarse a estos retos globales de una manera más integrada y holística, ya sean urbanos, rurales o industriales, es clave para conseguir una gestión del sistema más resiliente, y orientada a garantizar la sostenibilidad hídrica”, apunta Jaime Barba, General Manager Xylem Vue y CEO de Idrica.
IA, ciberseguridad y control de pérdidas
El informe explica las posibilidades del uso de la inteligencia artificial (IA) e inteligencia operativa en la gestión del agua: centralización de datos o la optimización de operaciones mediante algoritmos predictivos. La adopción de estas herramientas permitirá a las empresas podrán mejorar la sostenibilidad y los recursos.
Fortalecer la ciberseguridad en infraestructuras críticas representa otro de los retos. La modernización tecnológica, junto con estrategias como la segmentación de redes y la autentificación multifactorial, se antoja clave para la protección de estos enclaves. Además, la monitorización continua, la formación en seguridad y la implementación de planes de resiliencia garantizarán la continuidad operativa y la confianza pública.
El estudio recoge también la importancia de las soluciones digitales para el control de pérdidas de agua. La necesidad de optimizar los sistemas de distribución de agua y reducir el agua no registrada (ANR) resulta esencial para mejorar la eficiencia, garantizar la sostenibilidad y reducir costes. Las innovaciones pasan por el análisis de datos en tiempo real con herramientas como la IA, el IoT, gemelos digitales, infraestructuras de medición avanzada, sensores mejorados y plataformas digitales.
Otro de los aspectos tenidos en cuenta en el informe es la tendencia emergente en las plantas de tratamiento de aguas residuales (EDAR). Si se aprovecha el monitoreo en tiempo real, el análisis predictivo y la automatización, las EDAR consiguen mayor eficiencia, mejor cumplimiento y una mejor administración ambiental.
Digitalización y gestión de las inundaciones
Alemania, Bélgica, Brasil, Sudán del Sur, Pakistán, Gambia, España… Son algunas de las naciones que han sufrido las peores inundaciones de los últimos años. Para afrontar estas catástrofes, la combinación de innovación tecnológica, cooperación global y enfoque holístico puede ser esencial para garantizar una gestión adaptativa y eficiente del agua. Para ello se aplican los Sistemas de Ayuda a la Decisión (SAD) y los Sistemas de Alerta Temprana (SAT), imprescindibles para abordar estos eventos extremos.
Otra de las tendencias que subraya el informe es el riego inteligente y la digitalización como impulsores del futuro agrario y urbano. El estudio muestra que serán útiles tanto en el ámbito agrícola como urbano para hacer frente a los desafíos vinculados con el cambio climático y la gestión eficiente de los recursos hídricos y energéticos. Se garantizará así la productividad alimentaria y un entorno urbano más sostenible. La telelectura, la automatización, la monitorización en tiempo real o la teledetección y la algoritmia avanzada serán algunas de las tecnologías empleadas en este ámbito.
La sostenibilidad en las ciudades es fundamental para el futuro de la humanidad. En este sentido, el informe señala como tendencia las innovaciones implementadas en edificios inteligentes y Redes DHC (District Heating and Cooling), que impulsan la utilización de energías renovables. La calidad de los servicios es otro de los objetivos para un futuro que ya es hoy.