El avance en robótica plantea numerosos interrogantes éticos. En 2018 el diario chino Sixth Tone informaba que el fabricante de muñecas sexuales EXDOLL, una compañía con sede en Dalian, estaba en periodo de desarrollo de una muñeca sexual "inteligente", dicho literalmente entre comillas, que podía lavar los platos y charlar al mismo tiempo.
Este tipo de avances nos plantean todo tipo de interrogantes sobre las interrelaciones entre robots y humanos en el futuro. Y hay noticias que nos ponen la piel de gallina, como esta.
Se están creando robots tan absolutamente perfectos en la simulación del aspecto humano que pueden tener reacciones similares a las de las personas. Y perdonen la redundancia. Se les pone la piel de gallina como a nosotros, y hasta les palpitan las venas.
El EX Future and Science Museum en la ciudad china de Dalian, la misma ciudad donde la robot sexual fregona fue puesta en marcha, muestra formas avanzadas de tecnología robótica destinadas a hacer que los robots sean lo más personalizables y realistas posible, según informa la web Business Insider.
El canal de medios CGTN, directamente relacionado con el gobierno chino, informa que los técnicos del museo están capacitados para escanear características y extremidades para robots 3D dinámicos prácticamente perfectos.
Los dilemas morales sobre los derechos de los robots
"La piel está hecha de silicona biónica de grado médico; la piel de gallina, las venas de los pies y las líneas de la palma son muy realistas", ha manifestado al canal CGTN el vicepresidente del museo, Yang Jianguo. Con ellos se podría hasta practicar la quiromancia, ya que tienen líneas en las palmas de la mano. No es fácil adivinar su futuro, ni tampoco cuál será el de la humanidad ante semejantes creaciones.
En el museo se expone una répica de Albert Einstein de la cual ya hablamos en Escudo Digital, y también otra de Steve Jobs.
En una reciente entrevista concedida a Escudo Digital, el psicólogo y sexólogo Esteban Carbone Tagliamonte, diseñador de videojuegos y concept artist, hablaba sobre los hipotéticos derechos de los robots de esta manera: "A día de hoy son juguetes. A día de mañana cuándo se les dote de mayor autonomía e inteligencia artificial a lo mejor se abriría un debate sobre si ellos tienen que gozar de derechos. De momento son juguetes al servicio de las personas".
Abajo, un trailer de Westworld, la serie donde los robots son tan perfectos que llegan a sublevarse contra los humanos que los explotan.