Con más de tres millones de usuarios que tienen una alarma conectada a una Central Receptoras de Alarmas (CRA), España se posiciona como el cuarto país del mundo con más alarmas instaladas, solo por detrás de Estados Unidos, China y Japón. Sin embargo, frente a este apogeo, el número de empresas de seguridad habilitadas para desempeñar la actividad de CRA en nuestro país ha descendido un 20% en los últimos cinco años, hasta alcanzar las aproximadamente 130 que operan en la actualidad.
En este contexto, a finales de abril del año pasado se puso en marcha la Asociación Española de Centrales Receptoras de Alarmas (AESCRA), la primera asociación específica de empresas de seguridad dedicadas a prestar servicios de CRA, que nació con la voluntad de que sumen sus esfuerzos para luchar juntas por solucionar los problemas concretos que las afectan.
"AESCRA nace fundamentalmente para impulsar cuánto antes una mejora del contexto legal que nos regula. Hay más objetivos, pero este es el principal", señala el presidente de AESCRA, José Ramón Becerra, en declaraciones exclusivas para Escudo Digital. "Todos somos conscientes de la irregularidad que supone estar trabajando con una ley de Seguridad Privada de hace 10 años, en muchos detalles ya mejorable, conviviendo con un Reglamento de hace 30 años y unas órdenes ministeriales principales de hace 13 años. Y el 'nuevo Reglamento' ni está ni se le espera".
Según Becerra, este escenario, en el que se ven obligados a trabajar, genera "múltiples problemas a la hora de interpretar muchos aspectos relacionados con el desempeño de la actividad", lo que da pie a "diferentes criterios de interpretación, conceptos pendientes de definición o concreción reglamentaria, contradicciones, dificultades para la evolución de la actividad, por ejemplo, para hacer más por frenar las falsas alarmas, excesiva burocracia inútil, etc. Y todo ello con un factor común, generar una enorme inseguridad jurídica".
Ante esta situación, el presidente de AESCRA afirma que las grandes perjudicadas son las empresas prestatarias de la actividad, la mayoría pymes que sufren "los envites de sanciones y reclamaciones". Asimismo, subraya que en cierto sentido también son víctimas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado encargadas de controlar la actividad, "toda vez se ven obligadas a interpretar en un difícil contexto irregular y anacrónico". Pero apunta que también hay grandes beneficiados, entre los que destaca a las compañías de seguros "que han encontrado en las CRAs y en los instaladores un reaseguro de facto contra el que acudir a resarcirse de indemnizaciones abonadas cuando un juez interpreta como servicio inadecuado aspectos mal definidos legalmente". Así dibuja a grandes rasgos el complicado panorama en el que se encuentra el sector y la consecuente reducción del número de CRAs en un 20%, una dinámica que AESCRA se ha propuesto frenar desde sus principios trabajando conjuntamente por el bien común del sector.
Ya integra al 27% de las CRAs de España. Y prevé adherir a muchas más
Tal y como nos ha contado Becerra, en poco más de diez meses de vida, AESCRA ya integra a 35 CRAs, que suponen el 27% de todas las que operan en España, así como a diez entidades estrechamente relacionadas con la actividad de las CRA que se han adherido como colaboradoras y "aportan valor y conocimiento".
Con esta acogida, da por cumplido el primer objetivo que se marcó la asociación, lograr suficiente representatividad. Aunque está convencido de que van a ser "muchos más" porque reconoce que todavía no han dado a conocer a AESCRA ni a la mitad de las CRAs existentes. "Pero contactaremos con todas, queremos explicarles personalmente quiénes somos y lo que pretendemos, aunque nos llevará un tiempo. Invitamos a quienes lean estas líneas a que nos llamen si quieren agilizar el contacto. También estamos suscribiendo convenios con otras asociaciones sectoriales que tengan entre sus miembros CRAs para ir de la mano en la búsqueda de soluciones, que es de lo que se trata". "Es satisfactorio comprobar como los asociados están viendo en AESCRA una esperanza para tratar de atajar muchos de sus problemas, comunes a todos".
Becerra asegura que el rápido crecimiento de la asociación también le ha permitido alcanzar el segundo de sus objetivos, lograr estabilidad económica, lo que "era difícil habiendo determinado una cuota muy baja para que no supusiese un impedimento ni para la más pequeña de las pymes". Según prosigue indicando, el tercer objetivo que se fijó AESCRA era darse a conocer entre las unidades policiales que regulan su actividad "y ofrecerles trabajar conjuntamente para mejorar el contexto legal y por ende la labor de ambos. Este objetivo está parcialmente conseguido, porque lo hemos hecho con la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional y de los Mossos D'Esquadra, con una respuesta muy satisfactoria, pero aún nos queda llegar a la Ertzaintza y a la Guardia Civil. Hay muchos otros objetivos en curso, confío que poco a poco vayamos viendo resultados".
Cambios "lógicos y beneficiosos" sobre el funcionamiento de las alarmas
El presidente de AESCRA también nos ha contado que, a corto plazo, el principal cambio que van a solicitar es una modificación parcial de la Orden INT/316/2011 sobre funcionamiento de los sistemas de alarma en el ámbito de la seguridad privada. "Hemos terminado el documento con las propuestas de cambio, todas justificadas. Van en la línea de aclarar conceptos inciertos o indefinidos reduciendo la inseguridad jurídica, introducir nuevos mecanismos para reducir falsas alarmas, implicar más al usuario para evitarlas, permitir digitalizar documentación ahora exigida en soporte papel, diferenciar las exigencias y procedimientos con establecimientos obligados a disponer de medidas de seguridad y el resto, etc.
"Es muy difícil influir en que el nuevo Reglamento se publique ya, pero sí se puede modificar una orden ministerial si hay voluntad del Ministerio del Interior. Los cambios planteados son lógicos y beneficiosos no solo para las CRAs, sino también para las Fuerzas de Seguridad del Estado y para la sociedad, confiamos se pueda llegar a conseguir. Será un bálsamo a la coyuntura actual con el presente contexto legal, no una solución definitiva, pero más vale eso que nada".
Por otra parte, Becerra nos ha comentado que AESCRA también ha solicitado participar en la modificación de la orden catalana IRP 198/2010, en la que se regulan los criterios de verificación de los avisos de alarma, que se está trabajando en el seno del Consell de Cordinació de la Seguretat Privada.
"Para muchas pymes dedicadas a esta actividad es una cuestión de supervivencia"
Para abordar estas iniciativas, así como los diversos objetivos que se ha propuesto AESCRA, todos alineados con los aprobados en sus Estatutos fundacionales, Becerra nos ha explicado que han creado cuatro grupos de trabajo, compuestos por asociados voluntarios, que trabajan coordinados por un miembro de la junta directiva estando cada uno de ellos enfocado en los temas de su competencia: Legal y relaciones externas (grupo 1); Operaciones y aseguradoras (grupo 2); Tecnología y acuerdos con proveedores (grupo 3); y Comunicación (grupo 4).
"Ellos mismos determinan prioridades entre sus objetivos, todo enmarcado evidentemente, en una estrategia para su consecución liderada por la junta directiva", apunta el presidente de AESCRA. "Para muchas pymes dedicadas a esta actividad es una cuestión de supervivencia. Vamos a darlo todo por la mejora del sector", remata.