Vanuatu, pequeña república insular ubicada en Oceanía, ha sufrido un sofisticado ciberataque que ha supuesto todo un varapalo para sus comunicaciones e infraestructuras oficiales.
El país fue objetivo de los ciberdelincuentes hace menos dos semanas y desde entonces mucha de la vida digital de los ciudadanos vanuatenses ha quedado en stand by, según informa la BBC.
El incidente tiró las páginas web del parlamento, la policía y la oficina del primer ministro, así como todos los servicios y departamentos gubernamentaes. Además, dejó KO el sistema de correo electrónico, la intranet y las bases de datos online de escuelas, hospitales y otros servicios de emergencia.
Así, durante los últimos 11 días los ciudadanos han visto cómo no podían hacer cosas como pagar impuestos obtener licencias y visados de viaje, etc. Los funcionarios han tenido que recurrir a hacer todos estos trámites de forma manual, con los consiguientes retrasos y trabas burocráticas que implica.
No obstante, algunos empleados de las administraciones están usando sus cuentas de correo personal para tratar de agilizar las gestiones. En cuanto a los pagos, se están aceptando pagos con cheques.
La BBC ha podido hablar con algunos funcionarios que aseguran que todo comenzó a fallar el pasado 4 de noviembre. Se especula con que los responsables del incidente podrían tener una motivación económica, ya que habrían llegado a exigir un rescate que el gobierno de Vanuatu se habría negado a pagar. Así, tenemos de nuevo al ransomware en escena.
Por ahora no se ha revelado quiénes son los atacantes o a cuánto asciende el rescate exigido. Tampoco hay información de cómo se produjo el ataque y qué protecciones tenía el país.
La república se ha comprometido a actualizar su sistema y le ha pedido a su vecina Australia que le eche una mano para restaurar su red.
Cuatro décadas de independencia
Vanuatu es un país insular con 12.190 km2 que se ubica en el Pacífico Sur, constituido como una república independiente en 1980. Cuenta con doce islas grandes y varias decenas de islas pequeñas. Según los datos del Ministerio de Exteriores, en 2017 tenía una población de unos 287.000 habitantes, aunque actualmente se estima que podría haber unas 315.000.
Está situado a unos 1.750 km al este de Australia y a 400 km al noreste de Nueva Caledonia y es el único país de Oceanía donde el francés es el idioma oficial. El inglés y el bislama también son oficiales. No obstante, se hablan más de 110 lenguas y dialectos. El archipiélago estuvo gestionado durante casi un siglo por Francia y Reino Unido.
Los primeros europeos que visitaron las islas fueron una expedición española encabezada por el navegante portugués Pedro Fernández de Quirós en el año 1605. Este lo reclamó para España bautizándolo 'Espíritu Santo'.
El 70% de los habitantes del país son protestantes y el 28% son presbiterianos.