Los cómics, como los videojuegos, han sido considerados durante mucho tiempo como un entretenimiento infantil, alejado de las cualidades educativas que se les presuponen a otras disciplinas más asentadas como las matemáticas, las ciencias o el arte.
Hoy, en pleno auge de la cultura visual, los beneficios del cómic como herramienta educativa ya no se cuestionan. La narrativa visual influye en la forma en la que los lectores reciben las historias y sus cerebros se desarrollan y entienden ese código. A diferencia de los textos escritos, una imagen puede contener una información narrativa mucho más completa, abarcar tiempo y espacio, conectarnos directamente con un personaje o una experiencia y enseñarnos algo nuevo.
Hay estudios que demuestran que los humanos son 60.000 veces más rápidos en el procesamiento de información visual que en la textual. Como se explica en la publicación La Piedra de Sísifo, esto se debe básicamente a que el proceso es más simple. El texto tradicional se limita a presentar la información en orden secuencial, pero cuando leemos cómics, interpretamos simultáneamente una gran cantidad de información visual, que nos transmite estados de ánimo, emociones, diálogos, acciones, tiempo o contextos.
En un episodio del podcast Making Sense, la científica cognitiva Barbara Tversky, autora del libro Mind in Motion: How Action Shapes Thought, afirma que el cerebro humano en realidad está estructurado más como un cómic que como lenguaje tradicional. Comprendemos el mundo de la misma manera en que lo hacemos cuando leemos cómics. Las células cerebrales especializadas llamadas neuronas espejo procesan gestos como las expresiones faciales y les asignan un significado basado en la experiencia pasada. Nos imaginamos realizando las mismas acciones y experimentamos las sensaciones físicas y emocionales que asociamos a ellas.
Por ello, cada vez son más las iniciativas educativas que recurren al cómic para explicar asuntos que son de vital importancia para el funcionamiento de nuestra sociedad actual. Pero no son tantas las publicaciones que recurren específicamente a este género para explicar algo como Internet, la ciberseguridad o los centros de datos. Estas son algunas de los cómics y cuentos ilustrados que existen al respecto y que, a buen seguro, serían un buen regalo para estas navidades.
Publicado por Ediciones de la Tempestad, este cómic proporciona de una manera ágil, amena y atractiva una aventura gráfica, en la que se representan los peligros de la navegación en internet, así como las acciones correctas que se deben realizar para prevenirlos.
El cómic, obra de Manuel Clavero, también ofrece consejos prácticos para proteger los datos personales, evitar el ciberacoso, usar las redes sociales con responsabilidad y disfrutar de internet de forma segura y divertida.
2. Una aventura en el mundo de la nube
Este cuento para niños es una iniciativa de Digital Realty, empresa que ofrece soluciones integrales de centros de datos, colocation e interconexión. En él podemos seguir a las hermanas Silvia y Lucía en su recorrido por un centro de datos para solucionar una caída de Internet. Una buena forma de difundir el papel de estas instalaciones en la economía digital.
3) Las aventuras del Equipo Ciber
Sara, María, Álex y Diego son cuatro amigos que estudian en la escuela Tramontana. Con la ayuda de Yaiza, la profesora de ciberseguridad, se enfrentarán a situaciones en las que descubrirán algunos de los riesgos del mundo digital, y aprenderán a prevenirlos.
Con este libro de Yaiza Rubio y Cristina Serret –destinado a niños de 10 a 12 años- sabrás protegerte de virus, troyanos y todo tipo de malware; proteger tu identidad digital; no caer en trampas fraudulentas y navegar de forma segura.
4 xkcd
Randall Munroe es el autor de esta tira cómica, una serie que publica en internet de forma periódica compuesta por s viñetas en las que explica con sencillez y humor desde situaciones cotidianas hasta complejas cuestiones científicas. No en vano, hasta 2006 trabajó en temas de robótica para la NASA.
Estas viñetas, traducidas al castellano por Gabriel Rodríguez, son un divertido análisis de cómo nos relacionamos cada día con toda la ciencia y la tecnología que nos rodean.
Este libro trata de explicar, mediante fábulas, todos los problemas a los que se puede enfrentar un niño cada vez que tiene entre sus manos un móvil o una tablet. Francisco Pérez Bes (que fue secretario general del INCIBE) asegura que las nuevas tecnologías no pueden generar “miedo” en los más pequeños, sino que deben aprender a utilizarlas con los padres, que evidentemente no pueden estar todo el día detrás de ellos.
Surge así la idea de enseñarles a detectar las amenazas mediante historias en las que los personajes se enfrentan a un problema, reflexionan sobre él, piden ayuda y luego hay un desenlace final. Son historias felices, en las que el protagonista sale airoso.
6. Caperucita y el ciberlobo
Completamos la lista con un último recurso que no es sino un video con forma de cuento que se puede consumir en menos de tres minutos. Realizado por Nikotxan, el creador de Cálico Electrónico, explica por medio del cuento de Caperucita Roja cuáles son los errores que cometemos en Internet y cómo son aprovechados por el mundo del cibercrimen para atacarnos.
En el cuento se escenifican los ataques de phishing, de man-in-the-middle, el robo de identidad digital, el uso de redes inseguras, y la importancia de tener herramientas de protección personal, pero todo explicado para niños en poco más de dos minutos y con el cuento de por medio.