Durante el último Black Friday hubo un incremento del eCommerce del 20% en España, según las estimaciones de la consultora Gfk. Las operaciones en el mismo sector a través de Bizum se duplicaron en relación a 2021. Por otro lado, las compras navideñas durante el año pasado crecieron un 13% con respecto al 2020, indica un informe elaborado por Outvio, empresa dedicada a la gestión postventa de tiendas online.
Este panorama es alentador en lo que respecta a las cifras de ventas para esta próxima campaña. Pero a la par de este crecimiento en las transacciones se posicionan los delincuentes, que aprovechan el aumento del tráfico para intensificar sus ataques, que se vuelven cada vez más sofisticados. Así lo advierte el banco móvil N26, al señalar que la temporada navideña es especialmente sensible al fraude digital, ya que el pico de compras online trae consigo el auge de las ciberestafas.
Con cifras oficiales, el Ministerio del Interior ha revelado que uno de cada seis delitos en España tiene lugar en el entorno digital. Y se calcula que el phishing financiero aumenta un 9,5% durante la temporada de fiestas.
Si bien estos datos pueden resultar alarmantes, es importante tener en cuenta que, tomando una serie de precauciones, es posible realizar compras seguras y cómodas, sin movernos de casa.
Para ello, N26 ha realizado una serie de recomendaciones para adquirir los regalos en estas fechas sin exponernos a intrusos u oportunistas.
1. No utilizar redes públicas para hacer compras
De hecho, es conveniente evitar conectarse a estas redes en general, ya que siempre existe un riesgo de que la conexión no sea segura y que los datos del usuario queden expuestos ante el ataque de un hacker. En el caso de realizar una compra, informaciones personales como los datos de la tarjeta de crédito, pueden ser vulneradas. Por eso es preferible usar una conexión privada, a través de datos móviles, o usar una VPN.
2. Identificar el símbolo del candado que se ubica a la izquierda de la barra de navegación
Este indicador, conocido como SSL (del inglés ‘Secure Sockets Layer’), permite verificar la seguridad del sitio web. La posición del símbolo también es importante, ya que algunas webs fraudulentas imitan el SSL para parecer legítimas.
En esta misma línea, se recomienda verificar que la dirección del sitio web sea “https” y no “http”, siendo que la “s” significa “seguro”.
3. Comprar únicamente a vendedores de confianza
Si eso no fuera posible, y de todos modos se intenta realizar la adquisición en una web desconocida, porque el producto se ajusta más a lo buscado o el precio resulta más conveniente, se recomienda prestar más atención a la plataforma, y estar atentos a las señales. Las faltas de ortografía o la falta de una comunidad activa en redes sociales pueden ser indicativos de fraude. Una buena referencia son las valoraciones de los clientes en páginas web como trustpilot.com, cuyo objetivo es precisamente que los clientes compren en Internet con transparencia. También es importante verificar las calificaciones de los vendedores individuales en sitios como Amazon o EBay.
4. Revisar la política de devolución y reembolso
Si un comercio no tiene política de devoluciones, es señal de alarma. Antes de comprar un artículo, es importante verificar si la compañía ofrece datos de contacto, un servicio de atención al cliente, o una política de devoluciones. La ausencia de esta información puede indicar que se trata de un sitio web fraudulento, o al menos, sospechoso.
5. Pagar con tarjeta de crédito o débito
Este método de pago es el que proporciona una mayor protección legal si fuera necesario disputar un pago. Como alternativa, se recomienda el uso de métodos de pago fiables como PayPal o Klarna. Por otro lado, es conveniente revisar con frecuencia los extractos bancarios para detectar transacciones inusuales, y así detectar una estafa antes de que el daño causado sea mayor.
Marta Echarri, directora general de N26 para España y Portugal, aporta que la tecnología de la banca móvil puede ser un aliado a la hora de identificar un delito: “Tener activadas las notificaciones de la aplicación bancaria puede hacer que el usuario identifique el intento de transacciones no deseadas, cancele la tarjeta de inmediato y se ponga en contacto con atención al cliente antes de que el robo pase a mayores”.
En el mismo sentido, la Europol también señala la importancia de guardar todos los datos posibles del vendedor, la dirección real y la de la página web, así como conservar correos y comprobantes. También desrecomienda almacenar los datos de pago de las tarjetas en las páginas de compra “para ahorrar tiempo la próxima vez”.
Y lo más importante, en caso de sospecha de una estafa digital, es realizar la denuncia tanto a la policía como a la entidad bancaria emisora de la tarjeta utilizada. “El 80% de los ciberdelitos no se denuncian, y esto fomenta que aumente el ciberfraude”, sostuvo Juan Antonio Rodríguez, jefe del Departamento Contra el Cibercrimen de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en la mesa redonda que organizó N26 con motivo del Día Internacional de la Ciberseguridad, el pasado 30 de noviembre. “Sin denuncia, no hay cibercrimen. Es obligación de todos denunciar, para proteger a los demás. Todos somos responsables contra el cibercrimen”, concluyó. Se estima además que la falta de reportes de este tipo de delitos resulta en un incremento del 30%.
En resumen, desde lo individual las herramientas con las que contamos son las buenas prácticas y la prevención, que evitan caer en fraudes digitales. Y en segunda instancia, si aún así resultamos víctimas de estos delitos, por muy pequeña que sea la estafa, es clave denunciar a las autoridades, para que puedan interceder y prevenir situaciones similares en el futuro.