Rajiv Kumar, un hombre de nacionalidad india residente en Ghaziabad, es el protagonista de una historia que publica el diario Clarín. Se había convertido en víctima de un hacker desconocido que había convertido su vida y la de su familia en un infierno sin esperanza. Un hacker cargado de un odio inexplicable le extorsionaba hasta el punto de que estaba empezando a perder las ganas de vivir. Tenía miedo. Fue a la policía y denunció los hechos. No solo recibía extorsiones a cambio de que el acosador no difundiera fotos íntimas suyas con su mujer, sino que también le amenazaban de muerte. Y no solo a él, sino a toda su familia. Lo curioso del caso es que según informaciones del diario Hii India la víctima era un ingeniero que trabajaba en la empresa HCL Technology.
Rajiv Kumar denunció los hechos a la policíaEn la denuncia señalaba que su cuenta de correohabía sido pirateada, y que desde entonces tanto él como su mujer habían estado recibiendo amenazas y demandas financieras por parte de lo que él consideraba un grupo de piratas informáticos.
Los piratas informáticos pedían 10 millones de rupias (unos 130.000 dólares aproximadamente), o de lo contrario publicarían fotos sensibles de Kumar al público, y si no pagaba lo matarían tanto a él como a su familia.
El hombre intentó no prestar importancia al principio a los correos amenazantes, pero se asustó cuando comenzaron a actuar sobre su teléfono, alteraron la numeración e incluso comenzaron a comunicarse con él. Como si un fantasma hubiera entrado en su casa, luego los hackers comenzaron a jugar con su teléfono, cambiando su número de alguna manera, y comenzaron a comunicarse con él en la casa familiar. Lo más terrorífico es que los atacantes estaban al tanto de todos los movimientos de la familia.
Las investigaciones determinaron algo que nunca pensó Rajiv que pudiera ocurrir. La IP de la víctima era la misma que la de los ciber piratas. Interrogaron al hijo de Kumar, de 11 años, y este confesó que había sido él quien había extorsionado y aterrorizado a su propia familia.
Fue entonces cuando la policía interrogó al chico, quien confesó su autoría. El joven hacker, estudiante de quinto grado en una escuela india, era autodidacta; había aprendido sobre delitos informáticos mediante videos y tutoriales en Youtube. Su caso es similar, aunque mucho más grave, teniendo en cuenta las implicaciones éticas, al del joven hacker de nueve años que puso patas arriba el prestigioso sistema educativo online de Fairfax, Virginia, en Estados Unidos.
Las historia del pequeño protagonista de esta historia de tintes psicopáticos ha causado una enorme conmoción en la India. El mini hacker ha destrozado a su familia.