El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha emitido una serie de sugerencias para los hacktivistas que han tomado una parte activa durante la guerra, con el fin de proteger a la población.
“Con muchos grupos activos en este campo, y algunos de ellos con miles de hackers en sus canales de coordinación y proporcionando herramientas automatizadas a sus miembros, la participación civil en operaciones digitales durante los conflictos armados ha alcanzado proporciones sin precedentes”, señala el CICR.
La organización cree que este alto nivel de compromiso de los hackers civiles es preocupante, ya que algunos grupos pueden estar apuntando de forma directa o indirecta contra objetivos civiles, sin miramientos.
Así, estos hacktivistas se estarían exponiendo a sí mismos y a sus seres queridos a operaciones militares, ya que su participación en los conflictos desdibujaría la línea entre considerarse simplemente civiles y ser contemplados como combatientes por los enemigos.
Al intervenir pueden ser responsables de sus acciones y correr el riesgo de ser considerados y procesados como criminales o terroristas si son capturados, recuerda el CICR.
El DIH sí recoge que un ciberataque es una operación cibernética que puede, directa o indirectamente, afectar negativamente a la infraestructura y los datos (dañándolos, inutilizándolos o destruyéndolos), o puede provocar lesiones o la muerte de personas.
“El DIH establece normas esenciales para limitar los efectos de los conflictos armados sobre los civiles. Nadie que participe en la guerra está fuera de estas reglas. En particular, todo hacker que lleve a cabo operaciones en el contexto de un conflicto armado debe respetarlas, y los Estados deben garantizar que así sea para proteger a las poblaciones civiles contra daños”, afirma el Comité Internacional de la Cruz Roja.
El comité insta a los hackers a que no se desvíen del conjunto de reglas que vienen establecidas por el derecho internacional humanitario (DIH) y cuyo objetivo es salvaguardar "a los civiles y a los soldados que ya no pueden luchar de algunos horrores de la guerra".
Lo cierto es que este derecho no prohíbe la piratería informática ni la participación de civiles en operaciones de este tipo, pero sí da algunas nociones de protección.
Reglas para los hacktivistas
Se establecen en total 8 normas para los hackers involucrados de alguna manera en conflictos bélicos:
- No apuntes a objetivos civiles.
- No utilices malware ni herramientas que se propaguen automáticamente y que puedan dañar indiscriminadamente objetivos militares y civiles por igual.
- Al lanzar un ciberataque contra un objetivo militar, evita o minimiza el impacto sobre los civiles.
- No apuntes a instalaciones médicas y humanitarias.
- No apuntes a objetivos que afecten la supervivencia de la población o que puedan liberar fuerzas peligrosas.
- No hagas amenazas de violencia para sembrar el terror entre los civiles.
- No fomentes la violación del derecho internacional humanitario.
- Cumple estas reglas incluso si el enemigo no lo hace.