Ciberinfierno es un documental inversivo que todo padre debería ver para proteger a sus hijos, e incluso, por muy desagradable que pueda resultar, algún menor. Merece la pena alertar sobre el daño que hacen los pederastas a los más desprotegidos, los menores. No es que esté basado en hechos reales, es que es absolutamente real. Retoma toda la investigación que hicieron en Corea los periodistas Kim-Wan y Yeon-Seo para llevar ante la justicia a un joven de 26 años, Cho-ju-bin, que aterrorizó a menores de Corea sometiéndole a todo tipo de chantajes, coacciones y amenazas. Cho-ju-bin obligaba a mujeres y niñas a que compartieran vídeos de contenido sexual que luego vendía en Telegram. Según la BBC, al menos 10.000 personas accedieron a la sala de chat de Cho Ju-Bin y algunas llegaron a pagar hasta 1.200 dólares para acceder al material explícito, informa la web de Netflix, que detalla que el joven se encuentra en la cárcel cumpliendo una pena de 45 años de prisión. .
A veces recurrió a trucos tan sencillos como mostrarle a la menor fotos de su casa, conseguidas tras averiguar su dirección extraída de su carné de identidad. Dirigida por Jin-Seong Choi, la película recuerda al thriller Searching producido en 2018. Los mensajes de texto se escriben en "tiempo real"; las aplicaciones funcionan al mismo tiempo, se enseñan los correos electrónicos y las fotos borrosas de las víctimas desnudas que sus chantajistas les obligan a cargar.
Repugnante, absolutamente real e imprescindible de ver, Ciberinfierno solo muestra la punta del iceberg de una realidad mucho más siniestra
Inquietante, repugnante y muy necesaria. Así es esta película documental que nos sirve solo para hacernos una idea del horror que se está perpetrando en Internet con el ciberacoso. En palabras del director solo es la punta de iceberg y la trama es mucho más siniestra de lo que parece. La maldad humana no tiene límites, y se sirve de los avances tecnológicos para cometer crímenes horrendos que muchas veces pasan desapercibidos.
En la producción hay totales de veinticuatro personas que participaron en la investigación que3 llevó a Cho-Ju-bin a la cárcel, periodistas, investigadores, policías... Absolutamente imprescindible.