Nueva brecha de seguridad en Reino Unido que afecta a los servicios policiales. Las policías de Norfolk y Suffolk han comunicado que los datos de 1.230 ciudadanos han sido expuestos.
Esta información, que comprende la de víctimas y testigos de delitos, se incluyó por error en las respuestas a solicitudes de libertad de información (FOI).
“Se relacionan con una variedad de delitos, incluidos incidentes domésticos, delitos sexuales, agresiones, robos y delitos de odio”, han comentado las fuerzas del orden de ambas localidades en una declaración conjunta.
Las dos policías aseguran que los datos no eran visibles para nadie que abriera los archivos, pero estos "no deberían haber sido incluídos".
Además, matizaron que cualquiera que tuviera la respuesta de FOI necesitaría saber cómo acceder a la información.
El causante de la filtración: un derecho
La policía está notificando a todas las víctimas de la violación de datos, contactándolas por email, teléfono o cara a cara, según la gravedad de los detalles personales expuestos.
“Dentro de la notificación, las personas recibirán toda la información necesaria, incluyendo sus datos personales específicos que se han visto afectados y los detalles de a quién pueden contactar para obtener ayuda”, puede leerse en el comunicado.
En Reino Unido la Ley de Libertad de Información ( FOIA ) y la Ley de Libertad de Información de Escocia (FOISA) le otorgan a los ciudadanos el derecho a visualizar la información que está registrada en poder de las autoridades públicas y que les atañe.
El asistente del jefe de policía de la policía de Suffolk, Eamonn Bridger, se ha disculpado públicamente por la filtración y aclarado que los procedimientos para manejar las solicitudes de FoI hechas a las policías “están sujetos a revisión continua para garantizar que todos los datos bajo el control de las policías estén debidamente protegidos”.
Por su parte, la Oficina del Comisionado de Información (ICO) asegura que actualmente está investigando esta brecha de seguridad, así como una violación separada reportada en noviembre del año pasado, según se hace eco el diario británico The Independent.