Aunque las cámaras de videovigilancia son unos de los dispositivos estrella para la seguridad del hogar, en Escudo Digital ya hemos advertido que este tipo de aparatos pueden ser muy fáciles de vulnerar en hackeos que precisamente comprometen la seguridad, así como la privacidad de los usuarios. Además, en esta pieza también recopilamos las precauciones que insta tomar ESET a la hora de elegir una cámara de videovigilancia, incluidos los monitores para bebés, o configurar aquellos que ya se tengan en casa.
Conviene tener en cuenta estas recomendaciones, más ahora que han salido a la luz nuevos casos de hackeos a cámaras vigilabebés y de seguridad para el hogar. Esta vez, se trata de intrusiones que han tenido como víctimas a personas de nuestro país y que han sido destapadas por esRadio y Libertad Digital.
"No sabes si son pedófilos, ladrones o menores que lo hacen por divertirse, pero es espeluznante", ha afirmado Verónica, quien ha contado el susto que se llevó cuando un día vio como la cámara de su casa se movía para seguir la pista de su hija y una amiga suya, ambas menores de edad.
"Mi marido arrancó los cables y nunca más la volvimos a conectar"
Mari Paz también ha relatado cómo su marido se dio cuenta de que ocurría algo extraño en el vigilabebés que usaban con su pequeño. "De repente, se despertaba por las noches llorando asustado, pero, en ese momento, no le di importancia. No me podía imaginar algo como esto". Hasta que un día, estando con su marido en el dormitorio escuchó una voz: "Venía del dormitorio de mi bebé. No entendí en qué idioma hablaba, pero se escuchaba claramente. Pensábamos que habían entrado a robar así que fuimos corriendo y, al ver que la voz salía del vigilabebés, mi marido arrancó los cables y nunca más la volvimos a conectar", ha asegurado Maripaz, que se puso a investigar al respecto y se dio cuenta de lo sencillo que resulta poder acceder a una cámara de seguridad.
"Encontré tutoriales en Youtube, grupos de Telegram y ahí entendí la importancia de que las cámaras no estén conectadas a la red Wifi, que es lo que las hace accesibles para cualquiera".
"La cámara empezó a hablar con voz de robot y me dijo: 'Date la vuelta y enséñame las nalgas'".
Entre los casos desvelados por el citado medio también se encuentra el de Andrea, que igualmente se sintió espiada por una cámara cuanto menos indiscreta. "Un día estaba en la cocina y mi cámara de seguridad se movía hacia donde yo iba. Me pareció extraño, pero me terminé de asustar cuando alguien a través de la cámara empezó a hablar con voz de robot y me dijo: Daté la vuelta y enséñame las nalgas".
En ese momento, Andrea tenía cinco cámaras de seguridad en su domicilio "para estar segura", pero las ha desinstalado porque, como ella dice, "al final no sabes quién te está viendo, sabe tus horarios, tus rutinas y lo que tienes en casa".
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha confirmado que el origen de este tipo de brechas de seguridad radica en la llamada red IoT, también conocida como el "internet de las cosas" y en la que tenemos conectados todos nuestros dispositivos en la misma red doméstica.
"Lo más importante es que las cámaras de seguridad no funcionen a través de la red Wifi del domicilio, que cada dispositivo de la casa tenga una contraseña distinta y que ésta se cambie a ser posible cada mes", ha señalado Ruth García, técnico de seguridad del INCIBE.