La Policía Nacional ha detenido en Palma a una mujer que pretendía estafar 460.000 euros a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Athletic de Bilbao mediante una modalidad de estafa conocida como 'timo del CEO'. Según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso, la detenida es una mujer de 36 años, de origen nigeriano. Se cree que no es ella la única persona implicada en esta esfata, y la investigación continúa sus pesquisas.
Supuestamente, los estafadores consiguieron hackear una cuenta de correo electrónico de un directivo del Athletic de Bilbao y de esta forma accedieron a una serie de archivos, entre ellos una factura de la Federación hacia el club. Con semejante información en sus manos, contactaron con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y, sin miedo alguno, pidieron el pago de la factura, aunque, por supuesto, modificaron el número de cuenta para ser ellos quienes recibían el dinero. La mujer que ha sido detenida era la titular de la cuenta bancaria facilitada a la Federación por los delincuentes.
Tanto la Federación Española de Fútbol como el Atlético de Bilbao presentaron denuncia por la estafa
La Federación, considerando que el mensaje era absolutamente legítimo dio orden de hacer la transferencia. Sin embargo, cuando se dieron cuenta de la trampa,el banco paralizó la operación, y la estafa no se llegó a consumar. La Federación Española de Fútbol y el Athletic de Bilbao presentaron una denuncia y en ese momento se produjo el inicio de la investigación que ha motivado la detención de la dueña de la cuenta en Palma, el pasado mes de noviembre.
Según ha publicado el diario Última Hora, tras pasar a disposición judicial, el Juzgado en funciones de guardia decretó libertad provisional para la mujer detenida. Precisamente en Palma de Mallorca, recientemente, tuvo lugar un timo similar contra el Parlamento Balear. El Parlamento debía transferir 17.000 euros a uno de sus proveedores. La transacción y el método de pago se pactaron mediante diferentes correos electrónicos, pero un tercero se cruzó y suplantó la identidad del proveedor y, a través de un mail, facilitó un número de cuenta diferente.