La Policía Nacional identificó a un hombre con un alto nivel de conocimientos de informática que utilizaba diferentes plataformas de descarga de Internet y también la red Tor (un navegador de la Deep Web que permite moverse de forma anónima) para obtener archivos de agresiones y abusos a niños y niñas de muy corta edad, e incluso bebés, al menos desde el año 2011.
A su vez, el ahora detenido se valía de este material para crear nuevas imágenes a través de herramientas de Inteligencia Artificial, generando contenidos de extrema dureza, que impactaron a los investigadores.
El patrullaje activo que realizan en la web los agentes especializados, orientado a combatir la distribución de pornografía infantil en Internet, permitió geolocalizar una conexión en la provincia de Valladolid desde la que se estaba compartiendo este tipo de material con usuarios de otras partes del mundo. Después de tres meses de pesquisas, la Policía logró ubicar el centro de actividad de este delincuente en una localidad de Valladolid, donde fue detenido.
En el registro que se realizó al domicilio del pedófilo, los agentes intervinieron dos ordenadores de sobremesa y tres discos duros de gran capacidad de almacenamiento. En estos dispositivos se halló tal cantidad de archivos de pornografía infantil que aún no ha podido ser cuantificada, así como su compleja distribución.
Descubren por primera vez pornografía infantil creada mediante Inteligencia Artificial
Entre los archivos del detenido los investigadores encontraron material impactante, de extrema dureza, que representaba imágenes reales de niñas de muy corta edad, que fueron creadas con una herramienta informática de licencia libre. Según explican los agentes de la Policía Naciona, este software cuenta con una base de datos de millones de imágenes a partir de las cuales, y tras añadir una descripción de texto, se generan nuevas imágenes. En este sentido, el autor de los hechos producía pornografía infantil a partir de imágenes reales sintetizadas de menores y de acuerdo a preferencias que él mismo introducía mediante texto.
Las posibles penas judiciales
El caso será analizado y condenado por los juzgados correspondientes, pero es posible repasar cuál es el arco de condenas que pueden aplicarse por este tipo de acciones.
Según indican los especialistas en derecho, el delito de posesión de pornografía infantil se castiga con la pena de tres meses a un año de prisión o multa de seis meses a dos años. A quien venda, distribuya, exhiba, oferte y facilite material pornográfico infantil se lo castiga con penas de prisión de uno a cinco años. En este caso, es importante destacar que el origen desconocido o extranjero del material pornográfico infantil no exime del delito. Por su parte, el delito de distribución resulta agravado, con penas que alcanzan hasta nueve años de prisión si el responsable utiliza a menores de 13 años, actúa de forma degradante o vejatoria, pertenece a una organización dedicada a realizar estos delitos o es una persona encargada de hecho o de derecho del menor o incapaz.
A su vez, se puede diferenciar el concepto de pedofilia del de pederastia. Así, un pederasta es una persona mayor de edad que mantiene contacto íntimo con un menor, incurriendo en el delito de agresión sexual a menores. Mientras que un pedófilo es aquel que siente atracción hacia menores de edad, pero no llega a materializar ese impulso. La pedofilia, como se ve en este caso, está estrechamente relacionada con el delito de pornografía infantil.