Media docena de personas han arrestadas en Táchira (Venezuela) por su presunta participación en delitos electrónicos y su pertenencia a una banda de ciberdelincuentes que se hace llamar 'Los Ciberandinos'. Además, se han incautado numerosos dispositivos y dinero usado por los sospechosos. El grupo habría robado unos 10 millones de dólares en total mediante sus estafas online.
Entre los detenidos hay tres mujeres, dos hombres y un menor de edad. Estos serán derivados al Ministerio Público de Venezuela para ser procesados.
Los detenidos han sido identificados como, José Luis Figuera Espinett (55 años), Verónica Andreina Guzmán Mattey (26), Anibal José Porras Roa (51), Blekys Johana Gamez Contreras (44), Shirley Yuliana Porras Gamez (19) y, el hermano de esta, un joven de 15 años.
El líder de la formación, conocido como F.C. Cecatto, habría huído y se encuentra en "código rojo" de captura internacional. Este tenía antecedentes en varios estados por delitos similares. Pese a su huída, las autoridades aseguran que la estructura de la banda ha sido desmantelada.
Cómo operaban
Los hackers eran expertos en phishing. El modus operandi consistía en una persona que desarrollaba páginas fraudulentas que copiaban las de entidades bancarias reconocidas como gancho, otra captaba las cuentas bancarias y movía el dinero, mientras otras dos se encargaban de darle publicidad a estas páginas falsas en redes sociales.
Los Ciberandinos usaban estas webs para hacerse con las credenciales. Una vez obtenidos los datos entraban en las cuentas bancarias y pasaban el dinero a cuentas de terceros en su poder, transformándolas en divisas colombianas y estadounidenses. Con ellas adquirían bienes muebles.
Las investigaciones para desmantelar a este grupo de ciberdelincuentes de carácter internacional se venían sucediendo desde hace un mes, según ha comunicado el gobernador de Táchira, Freddy Bernal.
Bernal ha comentado en una rueda de prensa que los piratas informáticos usaban programas maliciosos para impedir que los usuarios ingresaran a sus cuentas, sustrayendo sus activos digitales con fines económicos. En muchos casos accedían al sistema del Banco de Venezuela y Sistema Patria.
Los detenidos se servían de números telefónicos de España, Colombia y EE.UU. para llevar a cabo sus estafas.