Parece increíble, y no solo por lo deprisa que ha pasado el tiempo, sino porque ahora los marginados son otros. Tal día como hoy 20 de junio, en el año 2007 Nicolas Sarkozy dictaba una orden para limitar el uso de la Blackberry entre los altos funcionarios franceses, celoso de que sus secretos pudieran a llegar a ser objetivo de espionaje por agencias de inteligencia norteamericanas.Faltaba aún mucho aún para que llegara el escándalo de wikileaks y para que Trump intentara deshacerse de los gigantes chinos de la tecnología con el mismo argumento.
A pesar de la prohibición, durante mucho tiempo los funcionarios de alto pelaje siguieron usando en secreto sus blackberrys, y se quejaban así, como recogía el diario El Mundo: "La administración produce de cualquier manera ya demasiadas montañas de papeles y ahora ni siquiera podemos trabajar al mismo ritmo que nuestros contactos externos".
Actualmente Orange, empresa francesa, se ocupa de la red de datos de la Guardia Civil
Se trataba de un viejo empeño de presidencia. Ya la SGDN (Secretariado General de la Defensa Nacional) de Francia difundió año y medio antes de la prohibición una circular interna informando a los altos cargos del gobierno sobre el riesgo de seguridad para los secretos de Estado que supone el hecho de que los datos del sistema BlackBerry, fabricado por la compañíacanadiense Research in Motion (RIM), circularan y se almacenasen en servidores ubicados en los Estados Unidos y en el Reino Unido.
La principal preocupación era que los datos los interceptara la NSA, la Agencia Nacional de Seguridad norteamericana, para espiar la acción del gobierno francés, que era su aliado en la OTAN. Hay que recordar que hoy en día, por ejemplo Orange se ocupa de la red de datos de la Guardia Civil, y su accionista mayoritario es Estado Francés. Y encima lo hace con escaso éxito.