Las dudas siguen superando con creces a las certezas. Tres días después, las web del Servicio Público de Empleo Estatal sigue advirtiendo de que sus servicios siguen caídos, y que continúan trabajando para reanudarlos tan pronto como sea posible. Por el momento, se desconoce si los autores de este ataque de ransomware -se especula con piratas informáticos rusos- han conseguido secuestrar información confidencial o si han pedido un rescate por ella.
Dicho esto, desde SEPE han señalado en todo momento que la información sensible está segura, si bien la tardanza en la restauración de los servicios, y otros detalles sobre cómo han sucedido los hechos, ha despertado las dudas de varios expertos, como ha informado en estos días Escudo Digital.
Estas dudas, lejos de resolverse, siguen aumentando después de que el propio SEPE haya advertido en las últimas horas de un envío masivo de correos electrónicos suplantando a la seguridad social con el fin de obtener instalar software malicioso en las terminales de los usuarios. Hecho en sí peligroso, como tantos ataques por phishing que pueden suponer el robo de información muy sensible de los atacados, pero que en este caso lleva a preguntarse de nuevo si realmente los datos personales de los usuarios del servicio de empleo no formarán parte del botín obtenido por el grupo delictivo que está poniendo a prueba la seguridad del servicio estratégico del Estado. Confiemos en que no y en que, como en anteriores ocasiones, este sea un ataque general.
Son ya innumerables los internautas que en los últimos días han reportado por distintos cauces haber recibido correos supuestamente enviados desde la Seguridad Social en los que se les reclama de nuevo -el SEPE y la Seguridad Social son ganchos recurrentes de este tipo de prácticas- el pago de deudas impagadas. Unos mensajes fraudulentos de los que la propia Seguridad Social también ha alertado, y que señala que también pueden llegarnos por SMS, por lo que recomienda "verificar que se trate de una organismo oficial, fijarse en la URL y el remitente, el lenguaje utilizado y si se duda 'no clicar, borrarlo y consultar fuentes oficiales". "No piques", cierra el mensaje.
Cuidado con no abrir mensajes cuya procedencia, contenido o forma de entrega nos haga desconfiar. Esto ahora y siempre, pero en estos momentos prestando especial atención a cualquiera que se nos traslade desde la seguridad social o desde el SEPE, servicio este último que los expertos informáticos de este organismo aún tratan de recuperar.