En verano de 2021 los 27 estados de la Unión Europea firmaron un compromiso único para el desarrollo de una Infraestructura de Comunicación Cuántica (EuroQCI) junto a la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA) en la década siguiente.
Con este acuerdo se buscaba la creación de un método ultraseguro para transmitir y guardar información basado en la mecánica cuántica, mientras se protegen los sistemas de encriptación comunitarios. Las esperanzas en EuroCQI son muchas, pretendiendo que se convierta en "nuestro escudo de ciberseguridad para las décadas venideras".
Tener esta tecnología a disposición permite empoderar a las administraciones públicas, empresas y fuerzas de seguridad de los países miembros frente a las crecientes ciberamenazas.
La distribución de claves cuánticas (QKD), por ser la tecnología más madura, es el primer servicio que va a ofrecer la EuroQCI. Con ella se garantiza que los datos transmitidos mediante una red son invulnerables a cualquier intento malicioso de interceptación o descifrado, incluso aunque el atacante sea un ordenador cuántico.
A medida que transcurra el tiempo la EuroQCI evolucionará para albergar la firma digital, autenticación y sincronización de señales temporales ultraprecisas, cuando su TRL lo permita. A largo plazo la idea es sentar las bases para un internet cuántico, interconectando ordenadores cuánticos y sensores a través de redes y nodos.
Desde la firma de este acuerdo España ha buscado tener un papel relevante en este nuevo estándar y ahora se ha convertido en punta de lanza de la comunicación cuántica.
Este pasado 15 de junio, la Universidad Politécnica de Madrid, en colaboración con distintas empresas y organizaciones europeas, participó en una demostración de videoconferencia ultrasegura. Esta acción en vivo supone la primera demostración técnica a escala de la nueva infraestructura de comunicaciones EuroCQI.
La prueba se ejecutó en el evento Digital Assembly, celebrado en Estocolmo por la presidencia sueva del Consejo de la Unión Europea y la Comisión Europea.
Durante el evento se realizó una sesión de videollamada entre el escenario principal y el área de exhibición, protegida en todo momento por esta nueva tecnología incipiente que cifra la información para garantizar su inmunidad ante cualquier ataque.
Para llevar a cabo la conexión, la información viajó de forma segura entre los laboratorios e instalaciones de las diferentes organizaciones participantes, que la procesaron de manera remota desde diferentes localizaciones en España, Italia, Alemania y Suecia, entre otros. Se produjo una sístole y diástole de información a lo largo de la geografía europea para conectar, de manera segura, ambos extremos de la videoconferencia.
Como base se usaron dos pares de dispositivos cuánticos suministrados por la italiana QTI y la empresa española LuxQuanta, que conforman la capa cuántica de la infraestructura. Estos dispositivos establecieron claves cuánticas seguras entre dos ubicaciones. La prueba contó con el apoyo de Ericsson del KTH en Estocolmo y del consorcio europeo PETRUS, liderado por Deutsche Telekom, compuesto por Airbus, el Austrian Institute of Technology y Thales SIX, y clave en el diseño de la red cuántica europea.
El papel de la UPM
Respecto a la aportación española la Politécnica cuenta con el grupo de Investigación en Información Cuántica del Center for Computational Simulation, que aportó su experiencia, el diseño de red del experimento y un software de red basado en las redes definidas por software (SDN).
Gracias a este software es posible gestionar las claves cuánticas y todos los elementos de la red de una manera transparente. La UPM también ha impulsado algunos estándares.
Esta herramienta ha ejercido como cerebro de la red, garantizando la la interoperabilidad de los diversos proveedores europeos que forman parte de la 'red' paneuropea que se simuló durante la videoconferencia.
El software juega un papel esencial en el funcionamiento, la integración de dispositivos y la gestión de recursos de la red cuántica de Madrid (MadQCI), la cuarta generación de redes cuánticas de la región, siendo la más grande en extensión y de más compleja operatividad de la Unión Europea.
"Lo que estamos configurando en este experimento es un 'Mini EuroQCI' hecho con componentes europeos y que incluye todos los elementos necesarios para una verdadera Red Cuántica, incluso está basada en estándares europeos que hemos desarrollado recientemente", ha señalado el Dr. Vicente Martín Ayuso.
“Además, demostramos cómo se pueden utilizar claves cuánticas seguras en una aplicación típica, como una videoconferencia segura", añade.
El experimento en vivo abre las puertas a una nueva era de comunicaciones ultraseguras en el marco de la Unión Europea y supone un paso adelante para fortalecer la posición estratégica de España y Europa en la carrera por la ciberseguridad cuántica.
Nuestro país seguirá en esta línea con el Programa Nacional de Acciones Complementarias en Comunicación Cuántica, buscando que la región desarrolle su tecnología propia y se transforme en un modo de innovación de seguridad cuántica.