Un antiguo empleado de Disney que se encargaba de la creación y publicación de menús para toda la cadena de restaurantes de la compañía ha sido acusado de manipular los menús de los ordenadores de la compañía de entretenimiento tras ser despedido de la casa.
El trabajador habría manipulado los menús de los ordenadores modificando precios, incluyendo blasfemias y alterando las notificaciones para señalar como seguros algunos artículos para personas con alergias -que obviamente no lo eran-, según una denuncia penal federal.
Una investigación del FBI llevó a su detención después de descubrirse que había manipulado los menús de los equipos.
También se había realizado una investigación interna de Disney, determinando que el trabajador despedido era un potencial sospechoso. Parece que no fue un despido precisamente "amistoso".
La salud mental como defensa del acusado
Como argumento de defensa, su abogado designado por la corte, David Haas, ha afirmado que su cliente llevaba enfrentrándose con problemas de salud mental desde la infancia y actualmente estaba viendo a un psiquiatra.
En este sentido, indicaba que "no está recibiendo ningún tipo de asesoramiento o tratamiento de salud mental en la cárcel", manifestó el abogado.
Haas también ha adelantado que el acusado pretendía declararse inocente una vez se presentara una acusación formal.
Afortunadamente, Disney pudo detectar los cambios previamente a que los menús se enviaran a los restaurantes, incluyendo la información sobre alérgenos, con "consecuencias potencialmente fatales dependiendo de la gravedad de las alergias de los clientes".
Debido a los hackeos, la firma tuvo que desconectar su programa de creación de menús durante más de una semana, con un coste de al menos 150.000 dólares.