El fabricante de yates de alta gama Lürssen, víctima de un ataque de ransomware

Por ahora se desconoce quiénes son los actores de amenazas responsables y la cuantía del rescate que han pedido.

Alberto Payo

Periodista

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Yate de lujo.
Yate de lujo.

Esta pasada Semana Santa los ciberdelincuentes tampoco se tomaron vacaciones. Lürssen, una empresa alemana conocida por fabricar superyates, sufrió un ataque de ransomware en esos días festivos. 

Medios locales señalan que el ciberataque paralizó la mayoría de las operaciones de la compañía en su astillero. El diario alemán Buten un Binnen fue el primero en dar la noticia. 

Un portavoz de la firma asegura que iniciaron rápidamente "todas las medidas preventivas necesarias" y alertaron a las autoridades competentes. 

Por ahora se desconoce quién es el grupo responsable del incidente, qué datos tienen en su poder y cuál es la cuantía del rescate que han solicitado a la empresa alemana. 

Esta compañía con sede en Bremen tiene bastante historia. Lürssen se creo en 1875 y genera unos 2.000 millones de euros al año en ventas. En Alemania opera cinco instalaciones de construcción naval y emplea a una plantilla que supera las 1.600 personas. 

Además de construir varios de los superyates más grandes del mundo (Azzam, Blue y Dilbar) también fabrica buques de guerra para la armada alemana y tiene un contrato para construir una docena de patrulleras en alta mar para Australia. 

Entre los propietarios de yates de la marca están el difunto jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, primer presidente de Emiratos Árabes, el industrial ruso Alisher Usmanov o el empresario ucraniano Rinat Akhmetov. 

El sector del lujo, en alerta

El ataque a Lürssen sigue la estela de otros realizados a marcas de lujo, como Ferrari, Moncler o Ermenegildo Zegna. Al igual que en este, los cibermalos buscaron extorsionar económicamente a las compañías, conocedores de que venden artículos que suponen una buena suma a sus compradores y que sus clientes tienen un alto poder adquisitivo. 

Los superyates modernos y sus fabricantes se enfrentan ahora a una nueva generación de piratas: los piratas informáticos. La tecnología avanzada integrada en los yates, incluidos los sistemas de navegación, las pantallas de cartas electrónicas y los sistemas de información, los hace vulnerables a los ciberataques.