El Wall Street Journal ha publicado un nuevo artículo de su serie de investigación “The Facebook Files” , donde clava una nueva estaca mortal en la imagen de Facebook. Y no porque lo que diga sea nada nuevo, es decir, que la plataforma fundada por Mark Zuckeberg tiene muchísimo interés en realizar levas de audiencia entre los niños pequeños. El problema son los términos que usa, describe a los pequeños con edades comprendidas entre los 10 y 12 años como una "audiencia valiosa, pero sin explotar".
Facebook creó un equipo especial para estudiar a los niños y reflexionar sobre los métodos en los que se podría monetizar su captación. En uno de los documentos a los que ha tenido acceso The Wall Street Journal, afirma que hay que aprovechar las quedadas con amigos para jugar para impulsar el crecimiento de la plataforma. Este sistema ha sido utilizado en el pasado por otras redes juveniles en sus inicios y para ello los responsables de marketing en distintos países intentaban recurrir a hijos de familiares, compañeros y amigos para popularizaras, según ha podido saber Escudo Digital.
Los datos de un estudio que Facebook calificó como mal interpretadodestacaban que "empeoramos la imagen corporal de una de cada tres adolescentes"
Otro documento citado por el periódico, fechado en marzo de 2021, señala que Facebook no debe tener especiales dificultades con la “penetración global de adolescentes” pero asegura, según publica Gizmodo, que la “adquisición” de usuarios adolescentes se está desacelerando. Sus previsiones en general no son muy optimistas. Facebook espera que su audiencia adolescente caiga en picado un 45% adicional para el año 2023, según publica el Journal.
No hay que olvidar que la Ley en Estados Unidos prohíbe de forma taxativa la consecución de datos pertenecientes a pequeños menores de 13 años. Y sin embargo, los ingenieros de Facebook llevan años devanándose los sesos para convencer a los pequeños de que se metan en la plataforma en cuanto tengan edad lega para hacerlo, o buscando vías alternativas legales.
Justo a comienzo de esta semana, la multinacional afirmó que había paralizado el lanzamiento de Instagram Kids. Y lo hizo después de que The Wall Street Journal afirmase que Facebook sabía, mediante una investigación interna, que Instagram tenía impactos muy negativos en la salud mental y la autoestima de algunos adolescentes.
¿Qué es mejor crear un Instagram Kids o que mientan sobre su edad?
Los datos del estudio señalaban que “Empeoramos los problemas de imagen corporal para una de cada tres adolescentes”,e incluso se afirmaba quehabían atribuido ideas suicidas a sus experiencias en la plataforma. Facebook señaló que la línea de investigación no era taxativa, y que el informe aludía a que una de cada tres adolescentes tiene problemas de imagen. Incluso dijo que Facebook había sido beneficioso para jóvenes con otros problemas, como la soledad.
El artículo motivó que lospolíticos del partido demócrata solicitaran a Zuckerberg que parara el proyecto. El argumento de la plataforma es que es mejor crear un Instagram Kids a que los niños mientan sobre su edad.
Un subcomité del Senado presidido por el senador Richard Blumenthal ha convocado una audiencia para este jueves con el fin de abordar los hallazgos de la investigación interna no compartida de Facebook.
“Esta audiencia examinará los efectos tóxicos de Facebook e Instagram en los jóvenes y otras personas, y es una de varias audiencias que plantearán preguntas difíciles sobre si las grandes empresas tecnológicas están dañando a las personas a sabiendas y ocultando ese conocimiento”, dijo Blumenthal. Ayer miércoles se esperaba que testifique la directora de Seguridad Global de Facebook. Los niños en Internet son un tema muy sensible, ha habido incluso problemas legales entre matrimonios divorciados porque uno de los progenitores ha colgado fotos de sus hijos sin su consentimiento, y en muchos foros se debate si es ético colgar fotos de niños que algún día pueden reprochar a los mayores que se haya violado su privacidad. Eso sin contar con el tema de los pederastas que se hacen pasar por jóvenes o niños en las redes.