El Colegio Estadounidense de Pediatras, una organización antiabortista y antitrans de EE.UU., ha sufrido una importante filtración de datos.
Los cibermalos habrían podido acceder a una gran cantidad de documentos (se estiman unos 10.000), que incluirían registros financieros y fiscales, listas de miembros e intercambios de correos electrónico que abarcan más de una década.
Estos registros detallan información interna altamente confidencial sobre los donantes e impuestos de la universidad, los números de seguro social de los miembros de la junta, las cartas de renuncia del personal, las preocupaciones presupuestarias y de recaudación de fondos, y los nombres de usuario y contraseñas de más de 100 cuentas online.
Los archivos incluyen presentaciones de Powerpoint, documentos contables de Quickbooks y al menos 388 hojas de cálculo. Una de ellas contendría información sobre 1.200 miembros presentes y pasados, con información íntima de cada miembro, como detalles de contacto, dónde fueron educados, cómo se enteraron del grupo y cuándo pagaron las cuotas de miembros.
La brecha de seguridad se ha producido a causa de un enlace a Google Drive que no estaba correctamente protegido.
Su ideología y estrategias, al descubierto
Según denuncia Wired, todos estos documentos filtrados ponen al descubierto la gran influencia que tiene esta organización conservadora que trabaja para dar un toque de ciencia médica a las creencias evangélicas sobre la crianza de los hijos, el sexo, la procreación y el género.
El Colegio Estadounidense de Pediatras es conocido por tratar de que los jóvenes LGBTQ que estudian en escuelas públicas fueran tratados como si tuvieran una enfermedad mental o luchar para privar a las parejas homosexuales de sus derechos de paternidad. Además, es uno de los principales lobbies contra el aborto en el país.
El agujero de seguridad también expone material que incluye listas de correo recopiladas por este grupo con médicos conservadores de todo EE.UU. También ha mostrado como suelen tratar de reclutar a médicos y estudiantes de medicina cristianos, siendo esta una de sus principales prioridades.
La filtración, que había sido indexada por Google, incluye volúmenes de literatura elaborados específicamente para influir en las relaciones entre los pediatras, los padres y sus hijos. Además integra material de marketing para los funcionarios de las escuelas públicas, en el que se trata de presionar a las escuelas para que traten a los jóvenes transgénero como portadores de un trastorno patológico.