ABB, el gigante suizo que provee de tecnología de automatización y electrificación, ha sido víctima de un ataque de ransomware.
La compañía habría sido atacada por la famosa pandilla Black Basta, afectando el incidente a sus operaciones comerciales. El acceso no autorizado es muy reciente, produciéndose el 7 de mayo.
Desde la web especializada en información sobre tecnología Bleeping Computer señalan, gracias al testimonio de varios empleados, que el ataque afectó al directorio activo de Windows, lo que habría impactado en cientos de dispositivos.
Con el fin de protegerse y evitar la propagación del ransomware a otras redes, ABB cortó las conexiones VPN con sus clientes.
Según los informes, el ataque habría interrumpido las operaciones de la empresa, retrasando sus proyectos y teniendo también una afectación directa sobre las fábricas.
Por ahora no trascendido información sobre a cuánto habría ascendido el rescate solicitado y qué datos han llegado a las manos de los ciberdelincuentes.
Un coloso de más de 100.000 empleados
El grupo cuenta con sede en Zurich y emplea a más de 105.000 personas. El año pasado facturó más de 29.000 millones de dólares.
ABB desarrolla sistemas de control industrial (ICS) y SCADA para fabricantes y proveedores de energía. Sus clientes son de lo más diverso.
Además, ofrecen servicio a algunas instituciones importantes e EE.UU. "ABB opera más de 40 instalaciones de ingeniería, fabricación, investigación y servicio con sede en EE. UU. con un historial comprobado que presta servicios a una diversidad de agencias federales, incluido el Departamento de Defensa, como el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU., y agencias civiles federales como los Departamentos del Interior, Transporte, Energía, Guardacostas de los Estados Unidos, así como el Servicio Postal de los Estados Unidos", puede leerse en su página web.
La pandilla Black Basta se encuentra bastante activa. Últimamente han estado detrás de algunos ciberataques importantes, como el realizado a las Páginas Amarillas de Canadá a o a la empresa de outsourcing británica Capita.