John Binns, el joven pirata informático que se introdujo en los sistemas del gigante de las telecomunicaciones estadounidense T-Mobile (una filial de la empresa alemana Deutsche Telekom) podría ser extraditado, según informa The Desk.
El ciberdelincuente de tan solo 24 años, que reside en Turquía, fue detenido a principios de este mes en dicho país y se encuentra en proceso de ser extraditado a EE.UU. donde se enfrentará a cargos de piratería en un sistema informático.
Un tribunal local aprobará una solicitud de extradición presentada por fiscales federales del país norteamericano, según han revelado dos fuentes familiarizadas con el asunto.
Binns fue acusado de una docena de cargos vinculados al acceso no autorizado a los sistemas informáticos utilizados por T-Mobile en 2021.
El pirata informático estuvo fisgoneando en sus servidores hasta que halló un agujero de seguridad y pudo explotarlo para descargar registros conectados a docenas de millones de clientes de redes inalámbricas tanto actuales como anteriores.
Los fiscales aseguran que el hacker de sombrero negro llevaba planeando 'el golpe' desde diciembre de 2020. Entonces el pirata comenzó a usar programas informáticos para escanear direcciones de Protocolo de Internet (IP) asociadas con varias redes usadas por T-Mobile.
En su momento Binns no tuvo problema en reconocer su 'proeza' y el haber invadido las redes informáticas usadas por T-Mobile. Llegó a revelar al WSJ que quería llamar la atención sobre las mediocres prácticas de seguridad de la telco respecto a los datos de sus clientes.
Los fiscales aseguran, sin embargo, que Binns tenía también motivaciones ocultas y trató de vender los datos en los foros de la dark web.
Buscando la protección
Para tratar de blindarse el cibercriminal ha pedido que se eliminaran algunos trámites burocráticos para ser reconocido como ciudadano turco. Las relaciones diplomáticas entre Turquía y EE.UU. no están demasiado bien y la concesión al hacker de esta solicitud solo las tensaría más.
Para más inri, Binn instaló puertas traseras que le permitirían recuperar el acceso a los servidores de T-Mobile incluso aunque la operadora tapara sus agujeros de seguridad, según la denuncia. Además, se sirvió de "contraseñas y credenciales robadas para atravesar las computadoras y redes protegidas de T-Mobile y acceder, sin autorización, a grupos de servidores adicionales ubicados en todo EE.UU y en otros lugares", según la acusación.