Los piratas informáticos afiliados a Corea del Norte han tenido una actividad incesante en los últimos años en cuanto a robo de criptomonedas.
Un estudio llevado a cabo por Elliptic para Nikkei señala que el país se hizo con un total de 2.300 millones de dólares en criptomonedas provenientes de empresas entre finales de 2017 y finales de 2022.
De esa cantidad, Japón representó la mayor parte, con 721 millones de dólares. Según asegura la Organización de Comercio Exterior de Japón, dicha cifra es 8,8 veces mayor que el valor de las exportaciones de Corea del Norte en 2021.
Además, los hackers norcoreanos 'tomaron prestados' criptoactivos de otros lugares. Al país del Sol Naciente le siguieron Vietnam (540 millones), EE.UU (497 millones) y Hong Kong (281 millones).
Esta sería la primera vez que las pérdidas financieras infligidas por los piratas informáticos de Corea del Norte se han desglosado por región o país.
Para sus 'golpes' Pyongyang emplearía dos tipos de ciberataques: piratería y ransomware. El primero lo realizan directamente entrando en los exchanges de criptomonedas y llevándose el botín. En Japón y Vietnam, donde estas empresas han proliferado recientemente, parece que su seguridad no es demasiado estricta.
Así, se cree que los piratas informáticos afiliados entraron en al menos tres exchanges entre 2018 y 2021, según una persona familiarizada con la situación. Zaif, uno de ellos, perdió 7.000 millones de yenes por el incidente (51,4 millones de dólares) en 2018 y se vio abocado al cierre.
Más de 600 millones obtenidos solo en 2022
Otro informe compartido por un panel de expertos del Consejo de Seguridad de la ONU a principios de abril recogía que Corea del Norte se había hecho con entre 600 y 1.000 millones de dólares en criptomonedas solo el año pasado, el doble que el año pasado. Elliptic estima la cifra en 640 millones.
En su mayoría todos estos robos habrían acabado en las cuentas de billeteras electrónicas de Lazarus Group, un conocido grupo de ciberdelincuentes afiliados al país de Kim Jong-un.
Se cree que todos estos fondos estarían siendo usados por Pyongyang para financiar su programa de misiles.