Kaspersky se marcha de Estados Unidos por el veto a su sistema antivirus

El Departamento de Comercio estadounidense había argumentado motivos de seguridad nacional para la prohibición.

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El veto al sistema antivirus de Kaspersky fuerza su marcha de Estados Unidos.
El veto al sistema antivirus de Kaspersky fuerza su marcha de Estados Unidos.

La solución es drástica, pero no ha sorprendido. Kaspersky se va de Estados Unidos. La decisión del Gobierno de EE.UU. de vetar el antivirus de la compañía rusa ha obligado al cierre de las oficinas y el despido de sus al menos 50 empleados. Esta crisis hay que situarla en las tensiones bilaterales de ambos países, recrudecidas a partir la invasión de Ucrania.

El veto entrará en vigor el próximo 20 de julio, pero Kaspersky Lab no ha esperado. Según ha confirmado la empresa al portal especializado Zero Day, a partir de esa fecha empezará “cerrar gradualmente” sus operaciones.

Acusación de espionaje

El argumento del Departamento de Comercio estadounidense para la prohibición de la venta del famoso antivirus, el pasado 20 de junio, fue la motivación de seguridad nacional. La sospecha o creencia de que el software ruso pudiera utilizarse para actividades de espionaje ha sido definitiva.

El plazo para que los usuarios opten por otro antivirus concluye este 20 de julio. Además, a partir del 29 de septiembre no serán permitidas nuevas actualizaciones.

La empresa rusa siempre dudó de que la decisión se hubiera tomado tras una investigación independiente por un tercero y considera que el Departamento de Comercio anunció la prohibición “basándose en el clima geopolítico actual y en preocupaciones teóricas, en lugar de en una evaluación exhaustiva de la integridad de los productos y servicios”.

Presente en más de 200 países

Sostiene Kaspersky que “no participa en actividades que amenacen la seguridad nacional de Estados Unidos y, de hecho, ha realizado contribuciones significativas con sus informes y protección contra una variedad de actores de amenazas que tenían como objetivo los intereses de Estados Unidos y sus aliados”. “La compañía tiene la intención de buscar todas las opciones legalmente disponibles para preservar sus operaciones y relaciones actuales”, añadió.

Estados Unidos ya había dictado otras normas sobre Kaspersky como la prohibición de instalarlo en oficinas gubernamentales, sobre todo en dependencias militares. Kaspersky tiene clientes en más de 200 países y oficinas en 31 naciones.