Una encuesta realizada por la compañía de ciberseguridad y privacidad digital Kaspersky a más de 11.000 padres de niños de 7 a 12 años de diferentes regiones del globo ha revelado cómo es la relación que los más pequeños tienen con la tecnología. Para ello, el informe indaga en los hábitos digitales tanto de hijos como de padres.
Entre los hallazgos más importantes, el estudio indica que el 61% los niños obtienen sus primeros dispositivos digitales entre las edades de 8 y 12 años. Y el 11%, antes de los 5 años.
En cuanto a los usos que las infancias le dan a móviles y tabletas, el entretenimiento ocupa el lugar número 1. El 53% de los padres consultados indicó que facilita el dispositivo para poder jugar, el 45% para la realización de tareas escolares, el 43% para ver videos y el 39% para comunicarse con familiares y amigos.
Desde Kaspersky subrayan que es fundamental fomentar una utilización segura de Internet, y recomiendan trabajar con los más pequeños hábitos de uso saludables y responsables, así como gestionar el tiempo que pasan con los dispositivos.
Marcar límites con el ejemplo
Una de las principales controversias tiene que ver con la cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas. Los números indican que al 60% de los padres les preocupa que sus hijos se vuelvan adictos a los juegos o que los dispositivos digitales les afecten mental, física y socialmente (también en un 60%). Y el 96% de los adultos asegura establecer límites a los hábitos digitales de sus hijos, porque no suelen ver con buenos ojos que los pequeños pasen tanto tiempo con sus dispositivos.
Pero la información relevada por Kaspersky pone de manifiesto que los padres consideran que las normas de comportamiento son diferentes para ellos que para sus hijos: aunque al 53% les gustaría ver a sus hijos usar dispositivos durante menos de 2 horas al día, casi la mitad de los encuestados (48%) admite pasar de tres a cinco horas en los dispositivos cada día y la mayoría (62%) considera que este tiempo es normal. El balance indica que el 70% de los niños y el 82% de los padres pasan al menos 3 horas en dispositivos todos los días.
El estudio revela, a su vez, que hay una relación lineal entre el tiempo que destinan los adultos y el que pasan los niños en el mundo digital. Cuando el 80% de los padres pasa menos de 2 horas al día con los dispositivos, sus hijos también lo hacen. Y si los adultos los utilizan más de 2 horas al día, los niños son igual de propensos a hacer lo mismo.
El resultado: el 61% de los padres no creen que siempre sean un buen modelo a seguir para sus hijos cuando se trata de hábitos digitales.
Consejos para un uso responsable de Internet
Los expertos de Kaspersky han recopilado una serie de recomendaciones para utilizar responsablemente el tiempo y minimizar posibles riesgos.
- Establecer momentos sin dispositivos. Puede ser durante las comidas familiares, interrumpir el uso cuando se acerca la hora de dormir o acordar horarios. Si un niño dedica demasiado tiempo a la tecnología, se genera una adicción que puede provocar problemas de sueño, cambios de humor y baja autoestima.
- Poner atención a la seguridad. Existen soluciones de ciberseguridad para proteger los dispositivos de malware, phishing y estafas, que ayudan a resguardar a los más pequeños de contenido peligroso y limitar la cantidad de tiempo que pasan con sus dispositivos. Pero es importante conversar con los niños sobre las posibles amenazas online como virus, robo de datos personales o contraseñas, engaños y cuales son los sitios seguros y los no seguros para descargar aplicaciones. También advertirles de los peligros de distraerse y no prestar atención al entorno, como por ejemplo mirar sus teléfonos mientras cruzan la calle o bajan las escaleras.
- Involucrarse en las actividades que los niños realizan en línea. Es fundamental para orientarlos sobre las prácticas de seguridad. Se recomienda preguntarles lo que piensan sobre lo que están viendo en sus dispositivos y si es potencialmente peligroso. En caso de desacuerdo, escuchar los motivos y estar preparado para responder. También utilizar juegos para hacer que las conversaciones sobre ciberseguridad sean más amenas e interesantes.
- Especial cuidado con el ciberacoso. El outing, que consiste en humillar a la víctima publicando fotografías o información íntima, el frapping, que es la suplantación de la identidad online de la víctima, o el grooming, el engaño a los menores por parte de pedófilos o acosadores sexuales, son algunas de las formas más comunes de ciberacoso a los más jóvenes. Por ello, es importante que los adultos conversen con ellos, generen espacios de diálogo y confianza y se aseguren de estar cerca para ayudar a los niños en situaciones complicadas.
A través de Familia Segura Kaspersky ofrece mas consejos e información práctica sobre el uso de las redes sociales y la protección de datos.