El Informe "Mujeres en Ciberseguridad" elaborado por Cybersecurity Ventures, que investiga y elabora estadísticas sobre seguridad digital, calcula que en la actualidad las mujeres representan el 25% del total de los puestos en el sector cyber en todo el mundo. En 2019, esta proporción alcanzaba el 20%, mientras que en 2013 era del 10%. Es decir, en una década la presencia de la mujer en el sector ciberseguridad creció 150%.
Si bien la perspectiva es alentadora, ya que prevé, además, que en 2031 el 35% de estos puestos estarán en manos femeninas, no todo es color rosa, valga la redundancia.
A pesar de los avances, el techo de cristal sigue impidiendo el ascenso de las mujeres a puestos de alta dirección. Por ejemplo, en las empresas Fortune 500, las mujeres sólo ocuparon 85 de los 500 cargos de directora de Seguridad de la Información (CISO) según datos de 2023, es decir, el 17% de los puestos disponibles, siguiendo con el análisis de Cybersecurity Ventures. Y sólo el 10% tienen la función de CEO o presidente, según el Cyber Workforce Study realizado por ISC2, el Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información.
Sólo el 23,47% de especialistas TIC en las compañías españolas son mujeres. Y en ciberseguridad o IA, la cifra desciende a menos del 10%.
En el mismo sentido, una encuesta global de la plataforma TrustRadius investigó a qué atribuyen las mujeres sus dificultades para el progreso profesional. Los resultados indican que el 66% de las profesionales en tecnología encuestadas sienten falta de planes de carrera claros. La falta de mentores representa el 41% de los impedimentos identificados; también el sesgo de género (39%), la limitación de presupuesto (39%) y la falta de confianza en la capacidad de las empleadas (29%).
A eso se suma un dato que cuestiona la igualdad de oportunidades: el mismo informe revela que el 78% de las mujeres en tecnología sienten la presión de tener que trabajar más duro que sus compañeros para demostrar su valía.
Luego está el tema de la discriminación dentro de los ámbitos laborales. Para ilustrar esta situación, un sondeo realizado en México reveló que el 75% de las entrevistadas dijo haber padecido micromachismos de parte de sus pares hombres, a través de conductas como que las subestiman en su conocimiento, conocido como mansplaining; poniéndolas en duda de forma sutil, lo que recibe el nombre de gaslighting; interrumpiéndolas innecesariamente, comportamiento llamado manterrupting; o bien, dando crédito de sus ideas a un colega, denominado bropiating.
¿Y las españolas?
Si hacemos foco en España, el 'Informe sobre Empleabilidad y Talento Digital 2023', elaborado por la Fundación VASS y la Fundación Universidad Autónoma de Madrid, revela que el déficit de mujeres en el sector sigue siendo palpable. Este documento indica que en 2022 las mujeres representaban solo el 23,47% del conjunto de especialistas TIC en las compañías españolas. Y en áreas especializadas como ciberseguridad o inteligencia artificial, esta proporción desciende a menos del 10%.
Esta publicación también aborda un tema clave en la paridad efectiva: los salarios. Así, en el sector TIC español, los salarios de las mujeres son inferiores a los de los hombres en un 7,5%, con dos salvedades: la primera es que, de entre todas las áreas que componen la economía nacional, es la que muestra mejores datos al respecto. La segunda, la divergencia salarial es menos de la mitad de la media europea, que alcanza el 15,2%.
“La ciberseguridad es una de las carreras más atractivas y con mayores oportunidades de desarrollo en la actualidad, y queremos destacar que esto es igualmente relevante para las mujeres. Creemos que la mejor manera de fomentar la participación femenina en el sector y eliminar los estereotipos de género es mediante la visibilización de mujeres excepcionales que ya están activas en la ciberseguridad, y que sirvan como referentes inspiradores para otras mujeres interesadas en este campo. Además, es importante seguir valorando los niveles salariales, la seguridad laboral, la estabilidad y el carácter innovador de nuestro sector, para que las mujeres se sientan atraídas y motivadas a formar parte de él”, reflexiona Éléna Poincet, CEO y cofundadora de TEHTRIS, una compañía dedicada a la neutralización automática de ciberataques.