La Fiscalía Nacional de Finlandia ha informado a través de un comunicado los cargos que se le imputan a un ciudadano del país por la presunta violación de un centro de psicoterapia privado con sede en Helsinki.
El joven Aleksanteri Kivimäki, de 26 años, identificado anteriormente como Julius Kivimäki, ha sido acusado de más de 30.000 cargos por esta supuesta infracción. En total podría tener que cumplir siete años de cárcel si es declarado culpable.
En 2018 Kivimäki, presuntamente, pirateó a la empresa finlandesa Vastaamo, que gestionaba decenas de centros de psicoterapia en todo el país. Fruto de ese ciberataque se hizo con los registros de tratamiento privados de más de 33.000 pacientes. A posteriori, más de 21.000 de ellos presentaron denuncias penales.
La información robada contenía detalles altamente confidenciales, incluyendo los números de seguro social, los números de teléfono y e-mails de los pacientes, así como las notas realizadas por los médicos y las transcripciones de conversaciones entre pacientes y profesionales de la salud mental.
Para más inri, el supuesto ciberdelincuente trató de extorsionar a Vaastamo pidiéndole más de 380.000 dólares en bitcoins y enviando cartas a los pacientes, exigiendo pagos individuales que oscilaban entre los 200 y los 500 euros a cambio de no hacer pública la información registrada en sus sesiones de terapia.
Vaastamo se negó a darle dinero al hacker y este, en represalia, publicó lotes de información de pacientes.
Una audiencia con centenares de afectados
Este ciudadano finés que fue arrestado en febrero en Francia está ahora mismo en prisión preventiva, mientras comienzan los procedimientos previstos para noviembre.
Por el momento el hacker ha negado haber actuado mal, según recoge The Record Media.
Próximamente, el acusado tendrá que enfrentarse a una audiencia "excepcionalmente numerosa" en la que medio millar de víctimas afectadas por el ataque al centro de psicoterapia han mostrado su deseo de participar.
Pasi Vainio, fiscal jefe del caso, comentó en una rueda de prensa con los medios finlandeses celebrada la semana pasada que el caso de Kivimäki es uno de los más extensos en la historia criminal del país.
El ciberdelincuente es 'reincidente'. Hace ocho años, cuando aun era adolescente, se enfrentó a más de 50.000 cargos por delitos informáticos. Además perteneció al grupo de piratas informáticos Lizard Squad.