¿Por qué Hunter Moore, el ciberacosador sexual más peligroso, arrasa en Netflix?

La miniserie, un documental, lleva por título "el hombre más odiado de Internet" y muestra cómo destrozó la vida de miles de personas.

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https://youtu.be/7pct9QWSovU

Con la actual legislación en la mano, todo lo que narra este documental absolutamente verídico que lleva por título "El hombre más odiado de Internet" parece absolutamente increíble. Pero no han pasado ni diez años desde el auge y caída de Hunter Moore, el hombre que convirtió la porno venganza o revenge porn en una forma de ganar dinero, amén de destrozar la vida de infinidad de mujeres que lo único que hicieron fue hacerse fotos desnudas. Algunas ni siquiera las subieron a internet, ni siquiera se las mandaron a nadie. Y por ahí fue por dónde el FBI con la ayuda inestimable de Charlotte Laws una madre coraje tan valiente como perseverante, pudo pillarlo. 

Todo comenzó en el año 2012 cuando Kayla Laws fue avisada de que su imagen, vestida y también en top less, en una foto tomada en la intimidad de su dormitorio, había sido subida una web llamada IsAnyoneUp.com. Ella tenía solo 24 años, trabajaba de camarera a tiempo parcial para pagarse sus gastos y recuerda en la miniserie la frase exacta que le dijo un amigo: ‘Oye, lo siento mucho. Pero estás en este sitio web es básicamente un sitio web de fotos de desnudos”, recuerda Laws en el documental de Netflix"

La serie de tres capítulos de Alex Marengo, productor de los documentales "Bad Sport" y "Killer Ratings", cuenta las andanzas del propietario de aquella web, un sinvergüenza sin escrúpulos que llegó a contar con un club de fans de miles de hombres que hacían lo mismo que él, subir impunemente fotos de mujeres en actitudes sexys o desnudas, bien porque les apetecía o bien para vengarse. Lo peor de todo es que Hunter, en su página, vinculaba a las fotos las redes sociales y a veces el teléfono y la dirección de las jóvenes. Su excusa "moral" era, más o menos "si no quieres salir en mi página no te hagas fotos desnuda, después de esta experiencia habrás aprendido algo de tecnología".

Lo peor no eran las fotos, eran los miles de mensajes que recibían luego las chicas burlándose de ellas, el propio Hunter animaba a sus hordas a criminalizarlas. Cuando Kayla Law acudió a denunciarlo a la policía una agente vino a decirle poco más o menos lo mismo que Hunter.   

Afortunadamente, Kayla contó con la ayuda inestimable de su madre, quien inició una cruzada por la que llegó a recibir amenazas de muerte. 


Estaba devanándome los sesos. Como, ¿cómo podría estar en este sitio web?” afirma en el documental la víctima, Kayla, que tiene hoy en día 35 años y vive en Los Angeles. La foto se la hizo para ella misma, y como tenía poco espacio en el teléfono se la mandó a su cuenta de correos. Recordó que, en los días anteriores a la publicación de la foto, su cuenta había sido pirateada. No fue la única, como Hunter Moore no tenía suficiente con los "ex vengativos como yo que vienen a mi página a subir fotos para buscar tranquilidad" (él fue quien primero colgó la foto de una ex desnuda), decidió recurrir a otros sistemas que no eran legales para surtirse de material.

"Todo comenzó cuando odié zorra idiota me destrozó el corazón”, se oye decir a Moore en un audio de la serie. Él fundó el site a los 26 años, y llegó a convertirse en todo un influencer incluso a nivel mundial. 

De 2010 a 2012, IAU se erigió en la más importante plataforma de pornografía no consentida. Hunter jaleaba a los amantes despreciados a que subieran los desnudos de sus ex sin permiso. También colgó fotos de famosos, como el componente de un grupo musical mostrando su pene mientras orinaba. Todos le pedían que las borrara, él no lo hacía. "Disfuto jodiendo a la gente", afirmaba. 

Uno de los casos más graves, aparte del de una joven que intentó suicidarse tragándose dos botes de estupefacientes, es el de Destiny Benedict, conocida mundialmente como la chica del culo. Solo tenía 19 años, y Hunter subió una imagen suya degradante en vídeo. Ella estaba haciendo sus pinitos en el mundo del porn-cam. Hunter incluyó al lado de las imágenes unas fotos de sus hijos que aparecían en sus redes sociales, dos niños muy pequeños. Le prometió que facilitaría más material a IAU más material si quitaba a los niños. Hunter le sugirió que se metiera diversos objetos por el ano, y pasó a ser conocida como "la chica del agujero del culo".

Charlotte inició una batalla contra Hunter, y recibió incluso amenazas de muerte por denunciar lo que estaba ocurriendo. Habló con muchas otras afectadas y llegó a la conclusión de que un 40% de las fotos habían sido conseguidas mediante hackeo. Consiguió, con la ayudad de su marido, abogado, que Hunter retirara la foto de su hija, pero decidió no parar hasta que no hubiera hecho lo mismo con todas las mujeres que se habían sentido violadas en su privacidad y humilladas por Hunter y sus secuaces. Entre las víctimas había veinteañeras, ancianos, personas con obesidad mórbida y hasta una parapléjica ciega. Todos ellos sintieron que les habían destrozado la vida. 

A pesar de los cientos de miles de visitantes únicos de la web, Hunter Moore solo supo monetizarla de forma algo menguada, conseguía en torno a 13.000 dólares mensuales de rendimiento neto para él, pero en la serie, para la cual no ha colaborado, confiesa que lo hace por puro placer, se siente feliz ayudando a sus devotos, una manada de seguidores llamada "la familia"; y arruinando la vida de mujeres a las que define con todos los sinónimos en inglés de la palabra puta. La serie está muy bien documentada con todas las grabaciones en Internet de este repugnante sujeto a quien no le importaba que sus víctimas pudieran suicidarse. 

Todo cambió cuando un agente del FBI Jeff Kirkpatrick decidió tomar cartas en el asunto, así como un exmilitar especializado en páginas webs. Pero no vamos a hacer Spoiler. Sólo explicaremos el éxito de la serie que fue estrenada el pasado miércoles, en todo el mundo. Las razones son muchas:

  • Sirve para ilustrar tanto a padres como a hijos sobre los peligros de Internet
  • Nos muestra de forma absolutamente cruda y descarnada hasta dónde puede llegar la maldad humana.
  • Demuestra hasta dónde puede llegar una persona con el ánimo de hacer justicia sin ninguna ayuda. 

Es imprescindible para comprender el daño que se puede hacer a otras personas pasando imágenes íntimas a otros a través de las redes. Recordemos el caso de Olvido Hormigos que dio origen a una ley que ha servido para proteger a personas como Santi Millán, cuyo vídeo de carácter íntimo con una mujer que no era su pareja ha sido difundido en las redes sociales.

Como ya advirtió Escudo Digital, pasarlo tiene consecuencias legales, pero no hace mucho no era así.  Hunter More lo habría subido a su página web y habría dicho su frase favorita: "Que se joda". Santi Millán parece haber superado lo ocurrido y se deja ver con su familia en Internet y en las revista, pero la chica que aparecía en el vídeo con él se ha visto obligada a cerrar sus redes sociales, según cuenta Semana.  Como demuestra la serie, las mujeres suelen ser siempre las más perjudicadas en este tipo de situaciones.