Presta atención a los códigos QR que escaneas

Son útiles y modernos pero también susceptibles de ser utilizados por ciberdelincuentes.

Anahí Di Santo.

Periodista.

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Siempre verifica que el QR sea el original.
Siempre verifica que el QR sea el original.

Desde que comenzó la pandemia del Covid-19 se ha vuelto habitual acceder a servicios, aplicaciones y diferentes tipos de datos con los códigos QR que se encuentran adheridos en superficies o en pantallas. Proporciona practicidad, rapidez y, durante el período en el que debíamos cuidarnos del coronavirus, permitía acceder a información sin tocar nada.

Tiempo después, con el fin de la pandemia, uno de los usos que ha perdurado es escanear los QR que poseen bares y restaurantes en una pegatina adherida a la mesa o en algún cartel del lugar con la cámara del móvil, que dirige a una página web donde se puede ver la carta de platos y sus precios en versión digital. Pero esto puede no ser una buena idea.

Sucede que no sabemos a qué página o descarga nos derivará el código hasta que efectivamente lo escaneamos. Si el QR se encuentra en un espacio seguro, como puede ser un cartel del comercio con su diseño propio, si nos lo proporciona un camarero al llegar o se trata de un documento plastificado, podemos quedarnos más tranquilos.

Lo que tienes que tener en cuenta antes de escanear un código qr.

Pero si se encuentra pegada, por ejemplo, a una mesa, sin más indicación que el propio código, hay que extremar la precaución: tal como sucedió recientemente con la estafa en las bicicletas de BiciMAD, las pegatinas con QR pueden ser sustituidas con otra adherida encima e implicar ciertos riesgos.

Colocar un código falso sobre otro es muy simple y hay delincuentes que están aprovechando esta oportunidad. Y como usuarios, lo vemos en un lugar que consideramos de confianza, lo escaneamos pensando que es la carta de platos, y, sólo con leerlo, estamos permitiendo el acceso a nuestro móvil y a que roben nuestros datos.

Así puedes evitar estas estafas

En primer lugar, es importante verificar que se trata del QR original del comercio o servicio que buscamos y no hay otra pegatina sobre él. En caso de duda, es recomendable consultar con algún responsable del lugar.

Una buena opción es utilizar una herramienta de lectura de códigos QR que nos muestre la dirección URL a la que nos enviará antes de ingresar en ella. Y así podremos decidir si queremos entrar o no, conociendo la web a la que nos dirige, si tiene que ver con el comercio en el que estamos o se trata de un enlace sospechoso.

Además, como recomienda la Policía Nacional en sus vídeos de TikTok, no hay que rellenar formularios con datos personales si nos lo pide una web a la que accedimos a través de un código QR, y mucho menos introducir los datos bancarios o realizar pagos, por más bajo que sea el valor solicitado. “Desconfía de todo tipo de páginas que te pidan datos o que te pidan descargar algo”, resumen desde ADSLzone.

Por otro lado, no es legal que un establecimiento ofrezca su carta o información únicamente a través de un QR. No contar con una carta en papel o expuesta al público perjudica a clientes que no utilicen smartphones, a quien salió de su casa sin el teléfono, no tiene batería o se quedó sin datos móviles.

“Los bares y restaurantes deben tener cartas físicas o listas de precios visibles en sus establecimientos, de otra manera pueden ser objeto de sanción por falta de información”, recuerdan desde la Organización de Consumidores y Usuarios. Siempre debe haber alguna alternativa para visualizar el menú y los precios, sea en papel o en una pizarra adentro del negocio.