Los clientes de El Corte Inglés se han desayunado con un email procedente de la compañía en el que se informa que recientemente un proveedor externo “ha sufrido un acceso no autorizado a datos personales de nuestros clientes”.
Según la misiva electrónica, “el incidente se identificó y se subsanó inmediatamente a través de nuestros protocolos de detección y seguridad”. Añade que además se requirió a dicho proveedor la aplicación de medidas adicionales que prevengan este tipo de incidentes en el futuro y que los hechos ya han sido puestos en conocimiento de las autoridades competentes.
Números de tarjetas
La información a la que han accedido los ciberdelincuentes consiste en datos identificativos y de contacto, así como números de tarjetas para compras solo en El Corte Inglés. El email pretende tranquilizar a los clientes porque “dicha información no permite a terceros operar ni realizar pagos con su tarjeta de El Corte Inglés”. “Puede usted seguir utilizando su tarjeta con total seguridad, tanto en nuestras tiendas como a través de nuestra web y app, así como en otros comercios”, apunta.
Recuerda también que “El Corte Inglés nunca le va a contactar, por ningún medio ni electrónico ni telefónico, para solicitarle contraseñas, códigos de seguridad o información de carácter personal”. Subraya que “la privacidad y la protección de sus datos personales son un compromiso constante”.
Recurrente filtración de datos
El pasado mes de abril se conoció que El Corte Inglés pudo sufrir una filtración de datos sobre más de 26.997 clientes. Un cibermalo publicó un anuncio en la dark web poniendo a la venta dicha cifra de registros, con contraseñas y usuarios de clientes, pero también relativa al acceso a distintos portales de gestión. Fuentes de la compañía indicaron que sus sistemas no habían sufrido ninguna sustracción.
Consejos contra las estafas
El pasado mes de octubre, la compañía de retail se dirigió por mail a los clientes para aconsejar que se tuviera “¡cuidado con las estafas!”. Para evitar caer en la trampa ofrecía tres recomendaciones clave: analizar el origen, verificar la fuente y observar el contenido de los mensajes. Indicaba que si algo no cuadraba, no debían compartirse datos personales o bancarios y también que se reporte inmediatamente la situación al equipo de atención al cliente.