Los usuarios de dispositivos móviles, y en particular los del sistema operativo Android, continúan mostrando una laxa actitud a la hora de proteger sus teléfonos de las potenciales amenazas.
La compañía de seguridad ESET habla de que existen dos aproximaciones diametralmente opuestas respecto a afrontar estos peligros. La primera de ellas es la inacción y el pensar que no va a ocurrir nada malo, bien por ignorar los riesgos o bien por falta de conciencia sobre ellos.
Por otro lado, está el exceso de confianza. Se muestra en aquellos usuarios que cuando descargan algunas apps o pinchan en ciertos enlaces, creen que su buen criterio y sentido común los protegerá. Están convencidos de que estos serán suficientes para mantener su dispositivo a salvo.
La firma de seguridad advierte de que por muchas capacidades que se tengan, "un pequeño despiste o estar con la guardia baja una única vez para que los delincuentes consigan su objetivo”. Además, los "amigos de lo ajeno" digitales están constantemente ideando técnicas para que engañar a los usuarios y cada vez son más creativos con sus amenazas.
ESET considera que al margen de la capa de protección que incorpora el propio sistema Android, no estaría de más que los usuarios sumaran alguna más. Sin embargo, las dos filosofías citadas hacen que los usuarios no se muestren precisamente interesados en la instalación de un antivirus móvil.
“Todavía se encuentra cierta resistencia a dar este paso por parte de un importante sector de usuarios que alegan que con su sentido común es más que suficiente”, recalca Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España. “Además, ni las soluciones existentes en la actualidad ni los móviles son los mismos que había hace años, por lo que otro argumento como el consumo excesivo de recursos, tampoco puede usarse contra la instalación de soluciones de seguridad”, añade.
"Es arriesgado jugárnoslo todo a una sola carta, y concienciación y sentido común deben ir acompañados de una solución de probada eficiencia y que nos ayude a protegernos de las amenazas que acechan a los usuarios de dispositivos Android”, concluye Albors.
Los esfuerzos de Google
Google ha ido implementando nuevas medidas de seguridad periódicamente para tratar de hacer su ecosistema lo más seguro posible y evitar así que sus usuarios se conviertan en víctimas de los ciberdelincuentes, o al menos no ponérselo tan fácil.
Desde Google, llevan años incluyendo novedades en cada versión de Android para dificultar, por ejemplo, que se puedan instalar apps maliciosas o se soliciten permisos que puedan poner en peligro la privacidad de sus usuarios. Esto ha permitido que no haya tantas aplicaciones maliciosas como hace años en Google Play, aunque su número siga siendo importante.
Asimismo, Google también ha incorporado Google Play Protect, un mecanismo para tratar de detectar apps maliciosas antes de instalarlas y entre las que ya estén instaladas en el dispositivo.
Sin embargo, Android sigue teniendo un handicap importante: la fragmentación de su sistema operativo, lo que hace que haya millones de usuarios que continúan usando versiones obsoletas e inseguras comparadas con las más recientes. Al mismo tiempo, como cada fabricante tiene la potestad de modificar el sistema operativo a su manera, no todos los usuarios reciben las actualizaciones que se lanzan periódicamente.