Una investigación de la compañía de ciberseguridad Bitdefender ha revelado detalles sobre la actividad ilegal que circula por la Dark Web, qué artículos o servicios se ofrecen, a qué valor se venden y, en paralelo, también explica por qué los especialistas en seguridad aconsejan que cuidemos nuestra huella digital, también conocida como huella electrónica.
Entre los productos que sustentan grandes negocios ilícitos en esta red, encontramos la venta de tarjetas de crédito, tarjetas SIM, credenciales de redes sociales o pasaportes robados. Las tarjetas pueden conseguirse activas y habilitadas para cualquier parte del mundo, con sus respectivos códigos de verificación, y su precio varía según el banco al que pertenezca, los fondos disponibles y el país en el que podrá utilizarse.
La vitrina de la Dark Web
Una tarjeta de crédito de American Express con un saldo de 60.000 dólares puede comprarse por alrededor de 600 dólares. O una tarjeta europea con 2.000 euros garantizados y hasta 3.000 de saldo, al precio de 210 euros. Pero hay opciones más baratas que pueden costar hasta 75 dólares, y promociones por “pedidos masivos”.
También se puede acceder a cuentas de Servicios financieros como PayPal o Western Union, e incluso a cuentas de criptomonedas de servicios como crypto.com. Los precios fluctúan según la oferta y la demanda, que es la razón principal por la que son bajos, y, a la vez, no hay real garantía de que estas cuentas compradas sean efectivamente accesibles.
“235M de cuentas de TikTok a 69.99 dólares. Recolectamos más de 235 millones de cuentas de TikTok pirateadas. Úsalas para potenciar tus campañas y ganar más audiencia entre los jóvenes”, describe un aviso.
Las tarjetas SIM se venden en grandes cantidades, y se puede encontrar un paquete de cuatro SIMs por 300 euros, que funcionan con números anónimos para que sea más fácil ocultar la identidad de la persona que llama.
Los investigadores de Bitdfender han descubierto que las cuentas de redes sociales comprometidas son muy buscadas, y se encuentran a precios realmente bajos. Lo mismo sucede con paquetes de información, datos robados y hasta bases de datos enormes. Por ejemplo, 50.000 seguidores de Instagram cuestan alrededor de 250 dólares. Un aviso ofrece: “235M de cuentas de TikTok a 69.99 dólares. Recolectamos más de 235 millones de cuentas de TikTok pirateadas. Úsalas para potenciar tus campañas y ganar más audiencia entre los jóvenes”. Otro, pide sólo 20 dólares para hacerse con 500 millones de cuentas de Facebook.
En la Dark Web también pueden comprarse pasaportes reales y muy buenas falsificaciones, que se encuentran entre los productos más caros. Una licencia de conducción alemana con chip NFC integrado se vende por 2.500 euros. Un pasaporte maltés registrado vale hasta 3.500 euros, y uno biométrico de la Unión Europea puede alcanzar los 4.500 euros.
Otro servicio que se puede encontrar es el de las cuentas de streaming, robadas o creadas con tarjetas de crédito comprometidas. De esta manera, una suscripción a Netflix por tres años se vende por 30 dólares.
Hay que decir, que no todo lo que existe en la Dark Net es ilegal, pero es cierto que es un lugar al que muchos delincuentes acuden para vender bienes robados, y otros acceden para comprar esos productos. Por lo tanto, es un espacio donde las estafas están a la orden del día.
¿Qué es la huella digital y por qué debemos cuidarla?
Cada vez que nos conectamos a Internet dejamos una huella. Puede ser al visitar una web, enviar un correo, publicar una foto en las redes sociales, dejar una reseña en una plataforma, o comprar en línea.
Además, las huellas tienen la particularidad de ser relativamente permanentes y, una vez que los datos son públicos o semipúblicos, el propietario tiene poco control sobre cómo los usarán los demás. Y entre muchas otras posibilidades de vulneración a la privacidad, los cibercriminales pueden aprovecharse de la huella digital de una persona, utilizándola para fines como el phishing para acceder a la cuenta o crear identidades falsas en base a esos datos.
Por eso, aquí van algunas recomendaciones básicas de seguridad a las que es importante estar atentos:
- Las tarjetas bancarias, revisar tanto los movimientos como las compras realizadas y no guardar en los datos en la web a menos que sean sitios de confianza.
- Las identificaciones, no proporcionarlas si no es estrictamente necesario y no perderlas de vista cuando nos las solicitan en físico.
- Estar actualizados sobre las empresas que han sufrido brechas de seguridad, para determinar si nuestros datos han sido expuestos.
- Utilizar contraseñas seguras y no repetirlas en diferentes plataformas o suscripciones.
- Tener una protección de identidad. Hay servicios especializados que ofrecen “Protección de identidad digital” o “Protección contra robo de identidad”.