La relación de inteligencia entre EE.UU. y Reino Unido se encuentra en un momento de máxima tensión y atraviesa una crisis sin precedentes después de que haya conocido que el gobierno británico pidió en secreto a Apple debilitar la seguridad de su plataforma en la nube iCloud. Esta orden se emitió por parte del Ministerio del Interior de Reino Unido el mes pasado.
Esta medida posibilitaría a los espías británicos acceder a los datos encriptados y archivos protegidos de los usuarios de la manzana, según informa Computer Weekly.
El Congreso de EE.UU. ha publicado una carta dirigida a la recién nombrada directora de Inteligencia Nacional de EE.UU. (DNI), Tulsi Gabbard, en la que algunos senadores estadounidenses han calificado la acción como un "ciberataque extranjero a través de medios políticos" y han pedido la expulsión al Reino Unido del acuerdo de inteligencia Five Eyes (Cinco Ojos).
“Si el Reino Unido no revierte de inmediato este peligroso intento, instamos a reevaluar los acuerdos y programas de ciberseguridad entre EE.UU. y el Reino Unido, así como el intercambio de inteligencia entre ambos países”, señalaron los legisladores a la nueva DNI.
La expulsión del país de esta alianza, formada por EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, supondría un golpe diplomático sin precedentes. El pacto de Five Eyes está vigente desde hace 65 años.
La carta fue también enviada al nuevo embajador británico en EE.UU., Peter Mandelson. Hasta el momento, ni la embajada británica, ni el Ministerio del Interior del Reino Unido, ni la DNI han hecho comentarios al respecto.
Los congresistas han solicitado a la DNI que aclare si la administración de EE.UU. reconoce la capacidad del Reino Unido para imponer “órdenes de silencio” (gag orders) a empresas estadounidenses, obligándolas a proporcionar datos de sus usuarios o modificar sus sistemas. También exigen saber si el gobierno británico informó a EE.UU. sobre la orden emitida a Apple antes de que se filtrara a la prensa.
Otros que no pierden ojo
Los expertos en ciberseguridad y criptografía de EE.UU. respaldan la demanda y han advertido de que Pekín podría explotar esta brecha para espiar a los usuarios.
Matt Green, criptógrafo y profesor en la Universidad Johns Hopkins afirma que debería prohibirse que empresas de EE.UU. instalen puertas traseras en sus sistemas por solicitud de gobiernos extranjeros.