A raíz de los tres hermanos hallados muertos en su casa de Morata de Tajuña (Madrid) se han empezado a popularizar el peligro de los Romance Scam, método delictivo basado en la creación de falsos perfiles en redes sociales o en aplicaciones de citas.
A nadie, por lo menos a priori, se le escapa ya su metodología de trabajo para captar a sus víctimas y encubrir su verdadera identidad: se hacen pasar por prestigiosos profesionales residentes fuera de España, van ganando su confianza –sobre todo sentimental- y acaban obteniendo de ellas continuas cantidades de dinero.
La Guardia Civil lleva tiempo insisten con sus cuatro consejos básicos para evitar ser víctima de este tipo de delitos, a través de Internet y redes sociales: desconfíen de las relaciones en línea que "avanzan demasiado rápido", verifiquen la identidad de las personas con quienes se chatea; absténganse de enviar dinero, y notifiquen a familiares y amigos acerca de esas relaciones.
Menos conocido es que detrás de estas estafas de amor, hay toda una multinacional con miles de integrantes y con mayor sede en Nigeria, principalmente en Lagos. Se trata de los Yahoo boys y de las Yahoo girls.
Los Yahoo Boys son en su base decenas de miles de chicos entre 20 y 30 años, principalmente de Nigeria, Ghana o Togo que utilizan las redes sociales y la tecnología para engatusar a los/las más crédulos y conseguir su dinero mediante promesas que nunca se cumplirán.
El ingreso medio de estas decenas de miles es de 500 a 1.000 euros, sin que nunca hayan conseguido cantidades superiores en una sola estafa. Su herramienta favorita es Facebook, pero también usa Tinder e Instagram para acercarse a sus víctimas.
Según avanza la tecnología los Yahoo Boys mejoran sus métodos. Empezaron con estafas a través de cuentas de correo electrónico de Yahoo (de ahí su nombre), continuó con el uso de las redes sociales, y por cada nueva red social que sale al mercado, nuevas oportunidades nacen para ellos. La creación de imágenes gracias a la inteligencia artificial también ha supuesto un antes y un después en el negocio.
Y como en cualquier actividad, delictiva o no, también tienen sus capos, su top ten y sus ídolos, verdaderas estrellas del rock a quienes puedes encontrar y ser invitado por ellos en las mejores discotecas de Lagos (Quilox, Club 57, etc ) con toda su corte de seguidores:
Dharmie Richie. Se le estima un patrimonio de 410 millones de dólares; Jowizazaa, uno de los chicos de Yahoo más ricos de Nigeria, con un patrimonio neto estimado en 74,6 millones de dólares; Ray Hushpuppi, 70 millones de dólares, en 2020 investigadores de los Emiratos Árabes Unidos le arrestaron junto con su amigo Woodberry (60 M€) por presunto delito cibernético y fueron acusados de desviar fondos de ayuda para el coronavirus por una suma de 35 millones de dólares. Fueron entregados a los agentes del FBI, quienes los extraditaron a Estados Unidos. Ray se declaró culpable y fue sentenciado a 11 años de prisión.
Invictus Obi es otro famoso miembro de los Yahoo Boys. Está clasificado entre los estafadores nigerianos más ricos que pasaron de Forbes al fraude (la publicación se refirió a él como uno de los empresarios menores de 30 años más destacados de África). Fundó Invictus Group, especializado en construcción, bienes raíces, etc. El FBI descubrió sus contactos y negocios ocultos en la Dark web. y se especializó en atacar el correo electrónico empresarial. Fue sentenciado a 10 años de prisión.
A los 5 Yahoo Boys más famosos se les estima un patrimonio no inferior a 700M€ gracias a sus actividades delictivas en la red.
Los jóvenes de Nigeria constituyen una sociedad pobre dentro de un país rico (50% paro) y que han visto en la sociedad occidental no solo una fuente de recursos sino una tibieza que implica menos riesgos que vivir su propio día a día. Y el ejemplo lo tenemos en la ultima modalidad y derivada del Romance Scam: cuando ya te han desangrado se hacen pasar por abogados, algo que ha detectado la Policía Nacional, ya que estos, una vez han estafado a sus víctimas, también contactan con ellas y se ofrecen a ayudarlas a recuperar el dinero defraudado.