Los cambios tan rápidos e importantes que estamos viviendo en nuestra Industria de Defensa, principalmente debidos a la sensación de falta de seguridad en Europa, primero con la guerra en nuestro continente entre Rusia y Ucrania, y después con el ataque terrorista de Hamas a Israel, con sus múltiples tentáculos o conflictos proxies (crisis de los hutíes en el Mar Rojo, ataques a bases americanas en Irak, crisis de Gaza, tensiones con Irán…) están introduciéndonos en una parte de la industria, la cultura de industria de defensa, que apenas conocíamos y de la que teníamos poca información en general, y apenas interés.
El caso que según se van anunciando grandes proyectos de nuestra industria de defensa, al igual que pasa con otros grandes proyectos urbanísticos o arquitectónicos, nos van llegando, y nos irán llegando noticias también de fallos, sobre costos, retrasos y errores, e incluso de abandono de carísimos proyectos de Defensa. Solo hay que recordar el reciente caso del submarino Isaac Peral modelo S-80, que tenía que haberse entregado a la Armada en el año 2011 o 2012, y se acaba de entregar en el 2023 con enormes sobrecostos. En este caso, corrieron ríos de tinta criticando a todos los elementos involucrados en el proyecto, sin haberse informado a la sociedad civil de la complejidad que supone construir una plataforma de esta tecnología desde cero y que, una vez alcanzada esta tecnología, se podría amortizar la inversión.
Por ello, para fomentar una cultura lo más positiva posible sobre la industria de defensa en España, especialmente en el contexto de sobrecostes, errores y fallos que pueden empañar la imagen del sector, es crucial comenzar con una estrategia bien estructurada que aborde estas situaciones de frente y, al mismo tiempo, resalte los beneficios y contribuciones positivas de nuestra industria de defensa.
Es importante que esta estrategia tenga en cuenta estos cinco puntos:
1. Transparencia y Rendición de Cuentas
Comunicación clara: debemos ser abiertos y claros sobre los problemas existentes, las razones detrás de estos y las medidas tomadas para resolverlos. Esto podría incluir informes de progreso, estudios de caso y análisis de lecciones aprendidas.
También se deben establecer mecanismos de supervisión: Implementar y promover mecanismos de supervisión independientes y auditorías regulares para garantizar que los proyectos se ejecuten de manera eficiente y ética.
2. Educación y Sensibilización
Campañas Educativas: Lanzar campañas que informen sobre el valor estratégico y económico de la industria de defensa, destacando su papel en la creación de empleo, innovación tecnológica y contribución a la economía nacional.
Foros y Eventos Públicos: Organizar eventos, conferencias y foros abiertos al público para discutir el papel de la defensa y la seguridad nacional, ofreciendo una plataforma para el diálogo constructivo.
3. Demostración de beneficios tangibles
Destacar contribuciones a la sociedad: Mostrar cómo la industria de defensa contribuye a la sociedad más allá del ámbito militar, como en la tecnología, la educación y la creación de empleo.
Subrayar el éxito de las exportaciones: Subrayar los casos de éxito en el mercado internacional, lo que puede mejorar la percepción de la industria como un actor global competitivo y como fuente de ingresos para el país.
4. Innovación y Colaboración
Fomentar la Colaboración con el Sector Civil: Promover proyectos que impliquen colaboración entre la industria de defensa y el sector civil, especialmente en áreas como la ciberseguridad, la tecnología y la sostenibilidad.
Incentivar la I+D: Destacar la inversión en investigación y desarrollo, y cómo esta impulsa la innovación no solo en defensa, sino en sectores tecnológicos civiles.
5. Compromiso con la Sostenibilidad y Responsabilidad Social
Enfatizar la sostenibilidad: Implementar y comunicar políticas de sostenibilidad dentro de la industria, mostrando compromiso con prácticas medioambientales responsables.
Responsabilidad social corporativa (RSC): Involucrar a las empresas de defensa en proyectos de RSC que beneficien a las comunidades locales, mejorando así su imagen y relación con la sociedad.
El cambio de percepción en la sociedad española será un proceso gradual que requiere consistencia, paciencia y un enfoque a medio o largo plazo. Abordar las preocupaciones, junto con una comunicación transparente y la demostración de un impacto positivo tangible, puede comenzar a cambiar la narrativa en torno a la industria de defensa en España. Sería posible así construir una base sólida de apoyo y orgullo nacional hacia una industria de defensa que no solo es vista como necesaria para la seguridad nacional, sino también como un motor de innovación, empleo de calidad y desarrollo sostenible.