El Ejército español ha recibido los primeros VCR 8x8 Dragón, su nuevo blindado estrella. La esperada entrega ha tenido lugar en la planta de GDELS-Santa Bárbara Sistemas en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) sin el sonido de los flashes, lo que ha despertado más preguntas que respuestas sobre el estado real del programa.
Una entrega “a escondidas” de un sistema militar de este calibre para la defensa nacional no es normal, y solo puede traer a colación dudas y sospechas. Este asunto de los 8X8 ha conllevado mucha polémica, y este secretismo no ayuda a la industria, pero sí existen otros motivos para no mostrar a estos vehículos en funcionamiento.
¿Por qué entregan "a escondidas" los VCR 8x8?
Para proteger información sensible
Es muy probable que una de las principales razones sea la protección de información clasificada. El VCR 8x8 Dragón integra sistemas de comunicación cifrada, sensores y tecnologías de combate que, por normativa OTAN y española, no deben ser expuestos públicamente sin autorización específica.
Mostrar estos sistemas en medios o imágenes filtradas podría comprometer a protocolos de interoperabilidad OTAN, a la configuración de los sistemas de mando y control, y a características de los módulos de protección balística o guerra electrónica.
Están en estado “preoperativo” (no terminados)
Las cuatro unidades entregadas son del modelo VCZ (Vehículo de Combate de Zapadores), y estamos en la fase de evaluación operativa, no de entrada plena en servicio. Es decir:
- Aún podrían faltar elementos definitivos en integración.
- Hay aspectos por verificar antes de una presentación institucional.
- No hay críticas prematuras si se detectan fallos en las pruebas de campo (todos los sistemas de armas, sencillos o no, presentan fallos o mal funciones en esta fase).
Es posible que todavía falten componentes de este vehículo multisistema, o que haya tecnologías sensibles bajo acuerdos industriales que limitan su difusión pública, especialmente si provienen de socios internacionales como General Dynamics.
Se ha impuesto la discreción para las primeras entregas de este esperado vehículo.
Por estrategias política y mediática
Este programa, en cuanto a problemas y cumplimientos de tiempos, ha sido (y sigue siendo) un desastre. Con un coste cercano a los 2.100 millones de euros, el Ministerio de Defensa ha optado por una comunicación de perfil bajo para evitar críticas por el retraso acumulado (ninguna entrega en 2024).
¿Cuándo estarán listos los VCR 8x8? Lo que dice el calendario de entregas
Según los compromisos actuales, el contrato inicial contempla 348 unidades del VCR 8x8 para el Ejército de Tierra hasta 2030. Sin embargo, el ritmo de producción sugiere un calendario más lento:
- En 2025 se produce la evaluación operativa de las primeras 4 unidades (modelo VCZ, zapadores).
- De 2026-2027, una aceleración progresiva de entregas (20-30 unidades anuales si no surgen nuevos problemas).
- Y de 2028-2030 se completaría la serie si se estabiliza la línea industrial y se asegura la financiación.
Hay que reseñar que este calendario es muy optimista y se cumplirá solo si se mantienen las limitaciones actuales en las cadenas de suministro y se resuelven posibles fallos detectados durante la evaluación operativa.
¿Puede el Dragón competir en el mercado internacional de blindados?
Al igual que ocurre con los submarinos de la clase S-80, los VCR 8X8 van a intentar recuperar la gigantesca inversión económica en su desarrollo y fabricación a base de exportar estos sistemas al mercado internacional.
Pero, de nuevo, los retrasos del Dragón y la falta de una campaña de comunicación clara pueden afectar su imagen frente a socios potenciales. Algunos países como Arabia Saudí o Marruecos han mostrado interés en vehículos blindados europeos, pero en este caso el VCR 8X8 compite con modelos consolidados como el Boxer alemán de Rheinmetall o el Patria finlandés.

Pero el principal problema para su exportación será que, si las Fuerzas Armadas españolas no reciben los VCR en tiempo y forma, será difícil presentar al Dragón como un producto probado en condiciones reales, lo que limita su atractivo en misiones de paz, OTAN o exportaciones a África y América Latina.
El vehículo blindado VCR 8x8 debe avanzar con más transparencia
El Dragón ha echado a andar en silencio. Esta entrega a puerta cerrada refleja tanto prudencia como presión institucional. No se quieren mostrar errores de ningún tipo.
Esto no significa que el programa no acabe siendo un éxito, pero al igual que se tenía que haber hecho (y que habrá que hacer en el futuro con otros grandes proyectos), habrá que aumentar la transparencia, mejorar la eficacia industrial y mucha más voluntad política para corregir errores o desviaciones.
VCR 8x8 Dragón y el S-80: ¿Lecciones no aprendidas?
El programa del VCR 8x8 ha sufrido continuos retrasos desde su aprobación inicial. Aunque no llega aún al nivel de demora del proyecto de submarinos S-80, los paralelismos son llamativos.
Como plataformas de sistemas militares complejos que son, los dos proyectos comparten cambios de diseño, correcciones de sobrepeso, costes adicionales y complejidades técnicas asociadas a la nacionalización de capacidades industriales avanzadas.