Después de invertir miles de millones de dólares en el desarrollo de este tipo de armas disruptivas, fuentes oficiales del Ejército estadounidense han confirmado que dos láseres de alta energía habrían sido desplegados en el extranjero para destruir drones enemigos, marcando un hito en el desarrollo de armas de energía dirigida por parte del ejército de EE.UU.
“Palletized High Energy Laser” de 20 kilovatios, o P-HEL, se encontraría actualmente desplegado para apoyar la misión del US Army en una ubicación no revelada oficialmente en el extranjero (probablemente Medio Oriente), informó un portavoz de la Oficina de Capacidades Rápidas y Tecnologías Críticas del servicio, que gestiona su cartera de energía dirigida, en la que sería la primera vez que el Ejercito reconoce el uso de estas armas.
El P-HEL, basado en el Sistema de Armas Láser LOCUST de la contratista de defensa BlueHalo, comenzó su empleo en el extranjero en noviembre de 2022, mientras que un segundo sistema llegó a Oriente Medio a principios de 2024.
El Ejército norteamericano no ha confirmado si el P-HEL había logrado un "derribo" contra un dron atacante todavía, pero se sospecha que ya han sido varios los aparatos enemigos derribados por estas armas laser.
Cabe recordar que en el pasado mes de enero tres miembros del servicio estadounidense murieron en un ataque con dron en un puesto militar en Jordania, mientras que el Pentágono ha sufrido 183 bajas adicionales entre las tropas desplegadas en Irak y Siria (incluidas más de 130 lesiones cerebrales traumáticas) hasta febrero como resultado de ataques con drones y misiles.
El esfuerzo del ejército norteamericano para mejorar y aumentar sus capacidades de defensa aérea ya no solo van a recaer en costosos misiles de más de dos millones de dolares como el Standard Missile-2 o el Stinger de medio millón de dólares, con el P-HEL se intentará reducir la enorme factura que lleva acumulado el US Army en su lucha del Medio Oriente desde que Hamas atacara a Israel aquel fatídico 7 de octubre de 2023.
Y es por eso que el presupuesto del ejército americano para 2025 incluye alrededor de 450 millones de dolares para investigación y desarrollo y evaluación de programas de sistemas contra drones, de los cuales unos 140M$ irían directamente destinados a las denominadas armas de energía dirigida.
Pero la situación de los ataques con drones es demasiado letal y muy actual y Washington no quiere esperar al desarrollo efectivo de estos sistemas y por ello el Ejército cerró en febrero un acuerdo con la contratista de defensa Raytheon para la adquisición de cientos de interceptores Coyote Block 2C, a $100,000 cada uno, explícitamente para apoyar sus iniciativas inmediatas contra drones en el Medio Oriente.
Si se demuestra finalmente, un arma láser podría cambiar drásticamente ese cálculo de costos: el arma láser promedio cuesta entre solo $1 y $10 por disparo, según un informe de 2023 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental.
Pero las armas de energía dirigida contra drones van más allá de los láseres, y también se están desarrollando las armas microondas de alta potencia que podrían cubrir un área con una potente radiación electromagnética, deshabilitando así múltiples objetivos a la vez, pensando principalmente en los enjambres de drones donde este sistema sería bastante más eficaz que el láser.
Mientras que las armas de energía dirigida continúan evolucionando, su integración en la defensa militar seguirá expandiéndose acorde a los presupuestos de los diferentes países, marcando una diferencia importante con los ejércitos que no dispongan de este tipo de defensas.
Los desarrollos futuros probablemente se centrarán en mejorar la eficiencia energética, la portabilidad y la capacidad de respuesta automática ante amenazas múltiples y automatizadas como los enjambres de drones. Esta tecnología no solo es prometedora como un medio de defensa, sino que también plantea consideraciones estratégicas y éticas significativas para la guerra futura y la seguridad global.
Mirando hacia el futuro, las armas de energía dirigida están posicionadas para revolucionar la guerra anti-dron y la defensa aérea. Su capacidad para ofrecer respuestas rápidas, precisas y de bajo costo por disparo las hace especialmente valiosas en contextos donde los ataques de drones y enjambres serán más que probables. El bajo costo operativo y la facilidad de integración con otros sistemas de defensa proporcionan una ventaja considerable sobre las municiones convencionales, cuyo uso puede ser prohibitivamente caro y logísticamente complejo.
Cómo funcionan las Armas de Energía Dirigida
Las armas de energía dirigida funcionan mediante la emisión de energía en formas concentradas, como láseres o microondas. Los sistemas láser, por ejemplo, utilizan la amplificación de luz por emisión estimulada de radiación para generar un haz de alta intensidad que puede calentar y destruir rápidamente un objetivo, como el cuerpo de fibra de carbono de un drone. En cambio, las armas de microondas emiten ondas electromagnéticas que pueden interferir y deshabilitar los sistemas electrónicos de los drones, efectivamente neutralizándolos sin causar daño físico directo.