España, mucho más para la OTAN que un 1,25%

La participación activa de nuestras Fuerzas Armadas en las operaciones militares de la Alianza evidencia el firme compromiso con la seguridad trasatlántica.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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Imagen del interior de avión militar. Imagen: Ministerio de Defensa.
Imagen del interior de avión militar. Imagen: Ministerio de Defensa.

El último informe de gastos en Defensa de los miembros de la OTAN dejó un retrato muy negativo de España. Por mucho que se hable continuamente del aumento del gasto y del crecimiento de nuestra industria de Defensa, la realidad es que estamos en el vagón de cola de inversión en este campo como demuestran las cifras oficiales. Pero en cuanto a compromiso con nuestros aliados, no todo es dinero.

Nuestra incapacidad para gastar en defensa al ritmo acordado por los aliados allana el camino a los miembros de la Alianza que critican esta situación, pero aunque España queda muy por debajo del famoso objetivo del 2% del PIB, un estudio más cuidadoso ilustra el compromiso con la seguridad transatlántica porque España no solo participa activamente en las operaciones militares de la Alianza, sino que también lidera de manera decidida y profesional misiones de la OTAN, apoyando a Ucrania mientras protege el flanco sur de Europa.

Con un gasto estimado para 2024 de un 1,28% del PIB en Defensa, España sigue muy a la cola entre los aliados de la Alianza Atlántica.
Con un gasto estimado para 2024 de un 1,28% del PIB en Defensa, España sigue muy a la cola entre los aliados de la Alianza Atlántica.

La invasión rusa

La opinión pública española, normalmente más preocupada del mencionado flanco sur que de las bravuconadas de Putin, cambió de manera notable su percepción sobre Moscú a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Según una encuesta del Pew Research Center, solo el 5 por ciento de los españoles tenían una opinión favorable de Rusia en 2023, una caída drástica desde el 31 por ciento en 2020 y el 46 por ciento en 2011. A esta idea también ha ayudado la interferencia rusa en el referéndum de independencia de Cataluña del 2017 y el presunto asesinato en febrero en Alicante de un piloto de helicóptero ruso que desertó y se refugió en nuestro país.

España ha apoyado a Ucrania desde el comienzo del conflicto y este respaldo continúa a medida que avanza la guerra. Madrid y Kiev firmaron un acuerdo bilateral de cooperación en seguridad en mayo de 2024, acompañado por una promesa española de mil millones de euros en ayuda militar. España ha proporcionado a Ucrania gran cantidad de asistencia militar letal y no letal, tanto bilateralmente como a través de diversos mecanismos de la UE. Las contribuciones de equipo militar español han incluido sistemas de defensa aérea, tanques, vehículos blindados de transporte de personal y sistemas de artillería con municiones asociadas, incluidos los misiles Patriot, que Ucrania había solicitado desesperadamente.

Nuestro país alberga también una instalación de entrenamiento en Toledo como parte de la Misión de Asistencia Militar de la UE y ha superado con creces el objetivo de entrenar a dos mil soldados llegando a casi cinco mil graduados ucranianos. Los líderes españoles también destacan su apoyo no militar a Ucrania, incluyendo la acogida de más de doscientos mil refugiados ucranianos, la asignación de fondos para la reconstrucción y el apoyo activo a los esfuerzos de Ucrania por la responsabilidad judicial por los crímenes de guerra rusos en el país.

Operaciones de la OTAN

España ha desplegado un gran número de efectivos en operaciones de la OTAN, liderando algunas de ellas. El Ejército de Aire y el Espacio despliega aviones de combate en la región del Báltico o del Mar Negro alrededor de ocho meses al año, y acaba de dirigir el destacamento de Policía Aérea del Báltico de abril a julio de 2024 en Lituania. Para el dominio marítimo, la Armada Española comandó el Grupo Marítimo Permanente 1 de la OTAN durante la primera mitad de 2024, dirigiendo una fuerza de disuasión marítima multinacional en el Mar Báltico.

El Ejército de Tierra aumentó notablemente su ritmo operativo tras la invasión de Rusia contra Ucrania incrementando inmediatamente sus tropas en Letonia donde había estado participando en la presencia avanzada mejorada de la OTAN.  Además, España se ofreció para ser la nación marco de un nuevo grupo avanzado en Eslovaquia, asumiendo oficialmente el mando de este grupo el 1 de julio, llevando la misma calidad de fuerzas a Eslovaquia que llevó a Letonia, mientras mantiene otro grupo de reserva listo en España para reforzar sus fuerzas desplegadas si fuera necesario. Por último, la Infantería de Marina española enviará una compañía de soldados a Rumanía para integrarse con el grupo liderado por Francia a finales de este año 2024. España es uno de los pocos miembros de la OTAN que tiene fuerzas terrestres defendiendo el territorio de la Alianza en las tres regiones separadas a lo largo del flanco oriental.

El flanco sur

España ha demostrado su compromiso con la Alianza Atlántica en la protección de Europa contra la amenaza rusa, pero al tiempo se ocupa de frenar las amenazas procedentes del flanco sur. España es un contribuyente veterano en las misiones de seguridad y defensa en África y el Medio Oriente, a menudo bajo un mandato de las Naciones Unidas (ONU) o la UE.

España instó a la OTAN a lanzar su grupo de trabajo de “Vecindad Sur” abogando por un mayor papel de la OTAN en esta región. España lideró la misión de la OTAN en Irak durante un año, participa en todas las misiones militares y civiles de la UE en África y actualmente es responsable de la misión de la ONU en el Líbano (UNIFIL) con un compromiso de fuerza de más de setecientos soldados.

También albergamos fuerzas estadounidenses en su base naval de Rota y en la base aérea de Morón. Estas instalaciones proporcionan dos de las cuatro grandes bases en Europa para la proyección de poder aéreo de EE.UU. (con las otras dos en Alemania), permitiendo el despliegue avanzado del poder marítimo en el Mar Mediterráneo.

Reto

Pero la pregunta es, ¿cómo lo va a hacer España para llegar al objetivo del 2% del PIB para 2029? Para lograr esto, el gasto en Defensa tendrá que crecer al menos un 10 por ciento cada año en los próximos 5 años, manteniéndose siempre por delante de la inflación.

A pesar de todo este optimismo en materia de inversiones, los partidos políticos deberían formalizar la estabilidad en Defensa y aprobar presupuestos para que las Fuerzas Armadas puedan invertir con confianza a largo plazo sin importar qué partido esté en el poder.

La OTAN encuentra y encontrará en España un socio fiable, pero las críticas al escaso gasto en Defensa deben ser solucionadas lo antes posible, sobre todo ahora en esta etapa de “europeización” de la OTAN, donde se nos va a pedir más esfuerzo si cabe tanto en el flanco oriental, como en el estratégico flanco sur, con amenazas como el terrorismo yihadista, la injerencia rusa y la migración irregular suponen un desafío brutal para España… y Europa.