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Esta guerra (la de Ucrania) se gana con… munición de artillería

La OTAN cierra dos grandes acuerdos, con un valor conjunto de mil doscientos millones de dólares, para adquirir cientos de miles de proyectiles de 155 mm.

Oscar Ruiz -Escudo Digital.

Experto en migraciones y analista internacional.

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El secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, firmando el acuerdo de adquisición de la munición de artillería de 155mm con la Directora General de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la Alianza Atlántica, (NSPA) Fuente: OTAN.
El secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, firmando el acuerdo de adquisición de la munición de artillería de 155mm con la Directora General de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la Alianza Atlántica, (NSPA) Fuente: OTAN.

En este intrincado tablero de ajedrez geopolítico europeo, la lucha en Ucrania ha puesto de manifiesto la necesidad de crear una industria de defensa confiable, potente y que sea capaz de surtir las necesidades de munición sin lagunas temporales de aprovisionamiento, y aquí nos topamos de frente con una pieza clave: la munición de artillería.

Las fuerzas armadas ucranianas, en su enfrentamiento constante con las tropas rusas, han estado consumiendo munición a un ritmo altísimo, y que ha mermado considerablemente sus propias reservas, pero también las reservas de algunos de sus aliados. Esto ha llevado a los miembros de la OTAN a dar pasos definitivos y significativos, y sobre todo, estratégicos: cerrar dos grandes acuerdos, con un valor conjunto de mil doscientos millones de dólares, para adquirir cientos de miles de proyectiles de 155 mm.

Jens Stoltenberg, Secretario General de la OTAN, en la ceremonia de la firma del acuerdo de adquisición, ha afirmado que, “la guerra de Rusia en Ucrania se ha convertido en una batalla por la munición, por lo que es importante que los aliados repongan sus propios arsenales, mientras seguimos apoyando a Ucrania". "La Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN -ha continuado Stoltenberg- permite a los aliados unir fuerzas y agrupar sus recursos: para facilitar las armas y la munición que necesitamos para mantener nuestros países seguros". Stoltenberg, en un contexto donde cada movimiento cuenta, ha resaltado asimismo la importancia de que los aliados no solo apoyen a Ucrania, sino que también se aseguren de que sus propios arsenales estén llenos y preparados. En este tablero bélico, la cooperación es clave y la OTAN ha creado un espacio donde los países pueden unirse, compartir recursos y asegurarse de que todos tengan los equipos, municiones y sistemas necesarios para mantener a salvo a sus ciudadanos.

Estas compras estratégicas por parte de la Alianza Atlántica, se han firmado con las empresas Nexter Munitions de Francia y Junghans Microtec de Alemania. Estos acuerdos no son solo transacciones al uso y significan más; son piezas de una estrategia mucho más amplia.

Los proyectiles de 155 mm que se adquirirán pueden ser utilizados en sistemas de artillería muy específicos, como los obuses autopropulsados Caesar, de origen francés y el Panzerhaubitze 2000 (PzH 2000) de Alemania. La OTAN ha calculado bien la jugada a la hora de realizar esta mega compra; aunque solo tres países solicitaron este tipo de proyectiles hay nueve naciones dentro de la alianza que usan estos sistemas de artillería, lo que significa que este acuerdo beneficia tanto a Ucrania como a un número elevado de aliados de la Alianza Atlántica para mantener sus arsenales llenos.

Munición de artillería de la OTAN 155mm para un obús ucraniano, según la Inteligencia Artificial.
Munición de artillería de la OTAN 155mm para un obús ucraniano, según la Inteligencia Artificial.

La intención de esta adquisición de munición no es solo una respuesta momentánea y táctica. La OTAN ha estado ajustando su estrategia y aumentando la producción de artillería desde que Rusia marcó un antes y un después en el panorama europeo con su invasión a Ucrania. El año pasado, la alianza se comprometió a invertir mil millones de dólares en munición de 155 mm, una inversión en la seguridad colectiva, buscando prevenir cualquier escasez que pueda poner en riesgo la estabilidad de la región y también pudiera dar ventaja a Moscú.

Y mientras estos acuerdos marcan un hito en cuanto al compromiso de la OTAN en su seguridad colectiva y la de Europa, en el fondo se puede discernir la intranquilidad por el apoyo aliado a Kiev. Previamente a una reunión crítica de defensa sobre Ucrania, liderada por el Secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, se siente la tensión de la incertidumbre porque el Secretario Austin llega a la mesa sin poder comprometer nuevos recursos, atado de manos por un Congreso que aún no ha aprobado los fondos necesarios para reabastecer las reservas de EE.UU. y continuar su apoyo a Ucrania.

Este juego de ajedrez geopolítico se complica con la incertidumbre que supondría un Donald Trump en la Casa Blanca, y mientras las piezas se mueven en el tablero, la subsecretaria de prensa del Pentágono, Sabrina Singh, subraya una realidad indiscutible: EE.UU ha sido un jugador clave, proporcionando a Ucrania una cantidad significativa (y decisiva) de apoyo militar, por lo que la retirada de apoyo total, o incluso parcial de Washington a esta guerra dejaría a Europa en una situación realmente comprometida.

Ucrania necesita esta munición adquirida por OTAN para mantenerse en pie, pero, ¿qué necesita realmente para ganar la guerra?